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San Martín y la unidad de Sudamérica

El acta firmada por representantes de 12 naciones del Continente, en Cuzco, Perú, viene a plasmar en hechos concretos uno de los máximos anhelos del Padre de la Patria.

El reciente lanzamiento de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) no hace más que concretar un antiguo ideal trazado hace ya casi dos siglos por el general José de San Martín, alcanzando a los cuatro miembros plenos del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), los países de la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), más Chile, Guyana y Surinam.
Recursos no faltan para cumplir el sueño del Padre de la Patria: un producto bruto de 800 mil millones de dólares (por contrapartida una deuda de 315 mil millones), 17 mil kilómetros cuadrados de superficie, la mayor producción mundial de alimentos y las reservas más cuantiosas de agua dulce.
La Gesta Sanmartiniana fue la causa de América. Ello queda reflejado en sus proclamas de Cuyo en 1815 y en su decisiva participación para que el Congreso de Tucumán declare la independencia de las "Provincias Unidas de Sudamérica".
Tampoco debe olvidarse el contenido del primer parte después de la victoria de Maipú, la correspondencia con O'Higgins de 1819, las cartas del mismo año a los caudillos y la misivas con Bolívar, entre otros documentos.
Buena parte del pensamiento político de San Martín está resumido en un escrito que le envía al general Artigas:
"Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón. Paisano mío, hagamos un esfuerzo y dediquémonos únicamente a la destrucción de los enemigos que quieren atacar nuestra libertad.
"No tengo más pretensiones que la felicidad de la Patria. Mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones políticas, salvo que éstas sean a favor de los españoles y de su dependencia".
El doctor Efraín Doce Martínez, ex docente de la UNS, autor de varios trabajos sobre San Martín y miembro de la Academia Nacional Sanmartiniana, explicó que la idea de nuestro prócer coincidía con la de Simón Bolívar en cuanto a la unidad americana.
"Sin embargo, mientras el primero impulsaba una monarquía atemperada, constitucional, aunque en sus últimos años parece que modificó un poco esa idea, el segundo consideraba una suerte de democracia", sostuvo.
Otros historiadores, como Felipe Pigna, opinan que mientras San Martín era partidario de que cada pueblo liberado decidiera con libertad su futuro, Bolívar estaba interesado en controlar personalmente la evolución política de las nuevas repúblicas.
Para Doce Martínez, en el encuentro secreto mantenido por San Martín y Bolívar en Guayaquil, se entrevistaron dos hombres con el mismo grado en la masonería, quienes se consideraban a si mismos "hermanos".
"Ambos coinciden en los aspectos fundamentales de la unidad continental, lo que interesaba es la emancipación. Luego San Martín continuó hasta sus últimos días defendiendo los mismos ideales", explicó.
A su entender, a estos hombres se los considera héroes porque trascienden los parámetros del tiempo.
"Son movidos por ideales, por ideas motoras que nosotros, en nuestro siglo, no conocemos, no vivimos, no se nos enseñan y no se ejemplifican, sobre todo a los jóvenes, y una sociedad sin ideales esta condenada al fracaso y a la corrupción", dijo.
En cambio, sostuvo que el XIX fue un siglo de ideales y esos héroes los mantuvieron hasta el final de sus días.
"Luego esas ideas fueron bastardeadas por un mal uso político. Así vemos que en países como el nuestro se resucitan figuras del pasado con fines no muy claros, pero muchas veces quienes levantan esas banderas ni siquiera conocen la historia", concluyó.