¿Es
posible la amistad entre la mujer y el hombre?
Cuántas veces reunidos en torno a la mesa de un café o en una esquina, debatimos sin llegar a conclusiones ciertas sobre la amistad entre el hombre y la mujer. ¿Es posible y duradera?, ¿Tarde o temprano alguno de los dos demostrará un interés más fuerte que la simple
amistad? o, en definitiva, ¿Es posible que dos personas de sexo opuesto sean verdaderamente amigas?
Cada uno seguramente tendrá su respuesta, la mayoría de las veces fundada en experiencias personales o historias de vida diferentes.
A modo de intentar una aproximación al problema, bien podría decirse que en muchos casos el punto fundamental reside en las circunstancias.
Supongamos que un hombre y una mujer son amigos, cada uno tiene su relación, pero se ven con bastante asiduidad y comparten muchas cosas. De repente, alguno de los dos se pelea con su pareja y es natural que quien cayó en desgracia se apoye en sus amigos procurando ser reconfortado.
Esta situación podría ocasionar confusiones y "disfrazar" la amistad de otra cosa, pero naturalmente hay muchos hombres y mujeres que son amigos sin estar de novios o casados. En este caso la soledad podría llegar a "maquillar" esa amistad en "algo más", pero en la mayoría de los casos las situaciones donde se "prueba para ver qué pasa" terminan mal y la amistad se ve debilitada, aunque para comprobar que en esto no hay conclusiones definitorias, también es verdad que existen grandes amores que nacieron como una simple amistad.
Lo que sí es cierto es que la relación de pareja significa un compromiso muy distinto al que supone una amistad, ni mejor ni peor, sólo diferente, e implica conocer y experimentar muchos aspectos de la otra persona, que siendo amigos, usualmente se conocen sin "sufrirlos" o "disfrutarlos", según sea el caso.
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EL VALOR DE LA
AMISTAD
El Día Internacional del Amigo, que celebra el
sabado 20 de julio,
constituye un momento propicio para reflexionar sobre nuestras relaciones personales y analizar en qué medida la crisis nos va alejando cada vez
más de nuestros seres queridos.
Este 20 de julio se celebra, como viene sucediendo desde hace ya 33 años, el Día Internacional del Amigo, una fecha que no sólo sirve para compartir momentos agradables con las personas que más queremos, sino también para reflexionar sobre el valor de la amistad y su supervivencia en tiempos donde la crisis y el escaso tiempo disponible para el ocio hacen tambalear las relaciones personales.
Cuántas veces postergamos, en aras de una seguridad económica que nunca llega, momentos de encuentro con nuestros amigos, soslayando valiosos vínculos, hasta que un día, tarde o temprano, nos damos cuenta del tiempo perdido.
En general, son muy pocas las personas que conservan las amistades hechas en la infancia o en el colegio, pero no hay que sentirse culpable, por cuanto eso suele ser más una cuestión azarosa que cualitativa.
Un amigo de la niñez que haya crecido en similar medida se encontrará veinte años después con un desconocido al que no lo une más que un recuerdo entrañable pero imposible de reeditar.
La distancia, el tiempo o la búsqueda de nuevos intereses no destruyen la amistad, aunque a veces la diluyen. Tal situación se palpa en las tradicionales fiestas de egresados, en las que los compañeros de antaño se reencuentran tiempo después para comprobar que, como decía Neruda: "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos".
No se es amigo para toda la vida, ni de la misma forma con todos. Cada uno es la locomotora de su existencia, y en ese devenir, los vagones que comparten el viaje no siempre son los mismos.
Lo importante, en definitiva, es tener la actitud de querer ser amigo siempre, de alimentar honestamente la amistad, sin importar cuánto dure, además de
abrirse a la posibilidad de lograr nuevas relaciones, dejando atrás el afán desmedido por los bienes materiales.
Origen argentino
El Día Internacional del Amigo tiene origen en nuestro país y se lo debemos a Enrique Ernesto Febbraro, un profesor de Historia y Etica, músico y odontólogo, que vivía en Lomas de Zamora y que en honor a la llegada del hombre a la Luna envió más de mil cartas a diferentes países conteniendo un mensaje de paz y amistad.
Le respondieron 700 personas y enseguida el Día del Amigo quedó instaurado en cien naciones diferentes, realizándose hoy dicha celebración en 300 ciudades esparcidas a lo largo de todo el mundo.
Para Febbraro el alunizaje debía ser, por encima de la epopeya tecnológica y científica, una puerta incomparable para hacer nuevos amigos, despojando así a la aventura espacial de toda connotación belicista, sobre todo por la puja que por entonces involucraba a los Estados Unidos y a la URSS.
El argentino estaba convencido que la llegada del hombre a la luna debía trascender los límites de la atmósfera terrestre llevándole a otros mundos nuestro mensaje de amistad.
Como desconocía la fecha exacta en que se concretaria el acontecimiento, el dentista no imprimió la fecha en las tarjetas que mandó a hacer durante los días previos, así que cuando lo supo se tomó el trabajo de completarlas a mano.
Pero no fue la única vez que las envió. El Día del Amigo pasó a ser internacional a partir de las invitaciones formuladas por Febbraro en casi todos los idiomas, durante treinta años.
Su tarea se llevaba a cabo con un lema: "Un pueblo de amigos es una Nación imbatible", a la vez que destacaba que sería una celebración ética, sin fines de lucro ni de fomento del consumo.
"Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. Él me enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que te ama te ayuda a crecer", solía decir.
Junto a la licenciada Mirta Lancillota Duarte el inquieto Febbraro visitó organismos nacionales, provinciales, municipales, religiosos, etc., para que adoptaran la idea y luego la difundieran.
Poco a poco fue logrando su cometido: primero fue el gobierno bonaerense quien autorizó por decreto la celebración y le dio un marco legal, pero luego se fueron sumando distintas entidades tanto nacionales como extranjeras.
En busca de más manos tendidas, la licenciada Lancillota Duarte funda en 1988 el Banco Mundial de la Amistad, el cual se extiende actualmente por 82 países.
Como una reflexión final sobre lo actuado por Febbraro, que se sintió dispuesto a brindarse con su participación activa, con su trabajo y con su fe por la unión de los hombres, "Familia Cooperativa" quiere hacer llegar en el próximo 20 de julio un fraternal abrazo a sus millares de lectores.
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