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LA PREVENCION TAMBIEN PASA POR LA COCINA
Los alimentos deben prepararse, almacenarse y manipularse de una manera adecuada para prevenir la presencia de bacterias y, con ellas, la aparición de enfermedades.
La mayoría de los 10 millones de casos de enfermedades transmitidas por alimentos que ocurren cada año en algunos de los países más desarrollados del planeta podrían ser evitados mediante una adecuada prevención.
En la cocina, bacterias y otros microorganismos dañinos para nuestra salud conviven con la comida que luego ingerimos. De ahí la necesidad de instrumentar medidas capaces de preservar el bienestar físico del grupo familiar.
El tema de la seguridad alimentaria fue eje de una charla que ofrecieron recientemente los doctores Norma Pensel y Marcelo Masana, profesionales del Centro de Agroindustria del INTA Castelar a miembros del Círculo Consumidores de la Cooperativa Obrera, de la cual extractamos los siguientes consejos.
Al comprar
No adquiera alimentos con fechas vencidas.
Ponga las carnes crudas en bolsas separadas del resto de los alimentos (cocidos o frutas y verduras).
Compre los productos refrigerados y congelados al final y diríjase rápidamente a su casa. Si las temperaturas reinantes son altas utilice una refrigeradora.
Cómo almacenar
Refrigere los alimentos perecederos siempre dentro de las dos horas de comprados. Las bacterias causantes de ETA (enfermedades transmitidas por alimentos) en general crecen muy bien a temperatura ambiente.
Verifique la temperatura del refrigerador (menos de 7º) y del congelador y el freezer (menos de -15º).
Cocine o congele las aves, pescados, carnes picadas y vísceras, dentro de los dos días. Las carnes de vacuno, cordero o cerdo, dentro de los 3 a 5 días.
Las carnes (vacuna, aves, etc.) deben almacenarse separadamente (envueltas o bien en recipientes adecuados), para evitar el goteo sobre otros productos.
Las conservas enlatadas, con mucho ácido, por ejemplo tomates y ananá, se pueden almacenar por 12-18 meses. Los alimentos enlatados, poco ácidos, como carnes y pescados, duran de 2 a 5 años. Siempre las latas deben estar en lugar limpio, fresco y seco.
Hay que descartar las latas que estén golpeadas, abolladas, abultadas u oxidadas.
Cómo preparar
Siempre se deben lavar las manos, antes y después de manipular los alimentos.
Evite la contaminación cruzada. Después de cortar carnes crudas, lávese las manos y lave las tablas de cortar, los cuchillos y otros utensilios utilizados, con agua caliente y detergente o jabón.
Mantenga las tablas de cortar sanitizadas. Lávelas bien, como se dijo antes, y sométalas al siguiente proceso de desinfección: trátelas con una solución que tenga un cuarto litro de agua y una cucharada de lavandina.
Cómo descongelar
En la heladera: permite descongelar sin riesgos. Asegúrese evitar el goteo.
En agua fría: para descongelar rápidamente. El alimento debe estar dentro de una bolsa hermética. Cambiar el agua cada 30 minutos hasta lograr completar el proceso.
Microondas: siga las instrucciones del fabricante. En general es un procedimento muy seguro.
Cómo cocinar
Cocinar las carnes picadas hasta eliminar completamente la presencia de jugos rosados: las de vaca a 72º C y las de ave y cerdo a 75º C.
Cómo servir
Las comidas calientes se deben mantener, al menos, a 60º C y las frías a 4º C o menos.
Los alimentos perecederos no se deben dejar fuera de refrigeración por más de 2 horas.
Cómo proceder con los restos de comidas
Descarte cualquier alimento que se haya dejado por más de dos horas a temperatura ambiente.
Colóquelos en el refrigerador o congelador, en envases poco profundos para que se enfríen rápidamente.
Utilice los sobrantes de comidas cocidas dentro de los tres días de preparadas.
Un fenómeno superficial
La contaminación bacteriana es un fenómeno netamente superficial; por lo tanto, cocine, pele o lave. De esta manera habrá eliminado la eventual presencia de microorganismos dañinos para la salud.
Se debe tener mucho cuidado con productos picados como pasteles, bifes de carne picada, etc. En estos casos la superficie puede pasar al interior del producto, demandando una cocción total.
La carne proveniente de animales sanos es estéril, es decir, no tiene bacterias en su interior, aunque éstas pueden sumarse y contaminar la superficie durante las etapas de elaboración y preparación.
Los alimentos más suceptibles de contaminación son la leche no pasteurizada, bebidas no embotelladas, preparados que contengan huevos crudos o poco cocinados, por caso la mayonesa casera, así como algunas salsas, postres y cremas de pastelería.
En general, aquellos que reúnen mucha proteína, por ejemplo carne vacuna, pollo o pescado, cremas, huevo, etc., son más proclives a tener huéspedes contaminantes.
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