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editorial
Capacitación: pilar de la democracia participativa
Es sabido que las cooperativas se basan en valores y principios de vigencia universal cuyo origen se remonta a los Pioneros de Rochdale, quienes en 1844 crearon una cooperativa de consumo que fue matriz de millones de entidades que, basadas en el esfuerzo propio y la ayuda mutua, brindan hoy en todo el mundo los más variados tipos de servicios.
Para que su esencia de libre y espontáneo funcionamiento democrático alcance la equidad que propone la distribución de sus resultados, mantenga su autonomía e independencia, acreciente su integración y trasunte efectivamente su interés por la comunidad, resulta esencial el fomento de la educación, la capacitación y la información.
Es que en la moderna sociedad del conocimiento se hace indispensable saber para poder construir responsablemente. Y el primer paso reside en la voluntad de participar para que la propuesta del cooperativismo se cumpla, llevando a la práctica su rol de verdadera escuela de democracia económica y social.
Constituye una avenida de doble mano como la que tiende la Cooperativa Obrera a sus asociados al invitarlos a tomar parte de las reuniones de su Círculo de Consumidores, de sus asambleas anuales de distrito para elegir delegados y de sus diferentes cursos, como el que acaba de dictarse en vísperas de la asamblea ordinaria especialmente dirigido a los delegados recientemente electos.
Estudiar, capacitarse e informarse son los objetivos básicos que surgen del principio doctrinario de educación cooperativa y ello permite conocer el funcionamiento de los órganos sociales asamblea, consejo de administración y sindicatura, a la vez que alienta a incorporarse a ellos con los conocimientos fundamentales para analizar la situación económica, financiera y patrimonial de la Cooperativa traducida en sus estados contables y el sentido de la intensa acción comunitaria y cultural de la entidad que se refleja en su balance social.
Este es el sentido del impulso a la capacitación considerada como pilar de la democracia participativa que nutre la marcha de la Cooperativa Obrera.
nota de tapa
Juventud, el futuro de la empresa cooperativa
El lema elegido para celebrar este año el Día Internacional de las Cooperativas pone de manifiesto la importancia que revisten los esfuerzos del movimiento para promover sus valores y principios entre las nuevas
generaciones.
El primer sábado de julio, según lo dispusiera en 1923 el Comité Ejecutivo de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de las Cooperativas, con el propósito de reafirmar y difundir los valores y principios que animan al movimiento cooperativo.
Si bien existieron algunas propuestas previas, nuestro país tuvo una gravitante participación en la decisión de fijar una fecha de celebración con carácter universal. Es que en 1919 el Primer Congreso Argentino de la Cooperación resolvió sugerir a la ACI que establezca la "Fiesta de la Cooperación", proponiendo el 21 de diciembre, aniversario de la apertura en 1844 del almacén cooperativo de los Pioneros de Rochdale. La iniciativa fue aceptada pero la fecha se llevó –por razones climáticas– a los inicios del verano en el hemisferio norte.
En 1995, como adhesión al centenario de la Alianza, la Asamblea General de las Naciones Unidas hizo una invitación a los gobiernos, organismos internacionales y organizaciones cooperativas a observar anualmente el “Día Internacional de las Cooperativas”, reconociéndolas como “un factor indispensable para el desarrollo económico y social de todos los países”.
A partir de entonces, cada año el lema de la conmemoración es decidido por el Comité para la Promoción y el Progreso de las Cooperativas (COPAC), un ente que integra la ACI junto a la ONU, la FAO y la OIT.
Cooperativismo y juventud
En esta oportunidad, aprovechando que se está transitando el Año Internacional de la Juventud declarado por las Naciones Unidas, el tema escogido por el COPAC fue “La juventud, el futuro de la empresa cooperativa”.
Esa elección ha respondido a la necesidad de promover la participación de los jóvenes en el movimiento cooperativo, teniendo en cuenta que en muchos países la juventud desconoce los aspectos básicos de este sistema de economía solidaria y por lo tanto no puede apreciar su inmenso potencial, con el agravante de que tampoco los contenidos escolares informan sobre el tema.
Es preciso manifestar a los jóvenes que el modelo cooperativo les ofrece una vía para solucionar sus necesidades, crear sus propios emprendimientos y adherir a empresas que procuran sus objetivos mediante prácticas de negocios más democráticas, responsables y éticas.
También las cooperativas brindan oportunidades de empleo digno a la juventud, colaboran en su educación y capacitación, y fomentan su participación tanto en las entidades ya existentes como en la creación de sus propias organizaciones.
Hay que tener en cuenta, además, que la economía mundial se encuentra atravesando uno de los momentos más difíciles de su historia, provocando graves consecuencias sociales en amplios sectores de la comunidad, especialmente los juveniles.
Específicamente en Latinoamérica, todos los estudios señalan que, al margen de las situaciones de pobreza y exclusión que sufre buena parte de la población, los jóvenes padecen otras problemáticas que los convierten en el grupo de mayor vulnerabilidad. Un ejemplo de ello queda evidenciado en la precaria incorporación al mercado de trabajo debido a las altas tasas de desempleo y subempleo juvenil, que en casi todos los países de la región duplican y hasta triplican las correspondientes a los adultos, no disminuyendo aún en marcos de crecimiento económico y aumento de la oferta laboral.
Dentro de tal contexto, la economía social se consolida como una alternativa real para revertir ese fenómeno, ya que propone un modelo que permite emprender la actividad laboral desde principios democráticos y solidarios, procurando una mayor justicia social.
Una apuesta estratégica
Desde hace varios años, la Alianza Cooperativa Internacional viene bregando por brindar a la juventud un lugar destacado, reconociendo el papel de las nuevas generaciones en el desarrollo del movimiento cooperativo. En este sentido, ha diseñado acciones que ofrezcan protagonismo a los jóvenes, considerándolos como sujetos activos y reconociendo sus necesidades presentes, al contrario de otras propuestas que se preocupan más por su potencial a futuro.
La filial americana de la ACI, por ejemplo, creó un espacio de encuentro para los jóvenes cooperativistas destinado al intercambio de opiniones y a la presentación de propuestas de solución. Se trata de un Comité que tiene, entre otras finalidades, la de promover y apoyar el desarrollo de las agrupaciones juveniles cooperativistas en el continente.
testimonio
Meloni, del Coro de Niños a la calle Corrientes
Esteban Meloni, quien integrara hace dos décadas el Coro de Niños de la Cooperativa Obrera, es en la actualidad un conocido actor que acumula en su trayectoria importantes roles en el teatro, el cine y la televisión.
Nacido en Bahía Blanca el 29 de noviembre de 1976, Esteban Meloni experimentó desde muy chico su vocación de actor, aunque recién inició los estudios teatrales una vez finalizada la escuela secundaria.
Trasladándose a la Capital Federal se capacitó con importantes profesores de teatro, tales como Raúl Serrano, Julio Chávez, Javier Daulte, Luis Romero y Helena Tritek, a quien considera su gran maestra.
De paso por su ciudad natal, con motivo de la presentación de la obra “Todos eran mis hijos” en el Teatro Municipal, escenario en el que sólo había actuado una vez con el Coro de Niños, se prestó muy gustosamente al diálogo con “Familia Cooperativa”.
–¿En qué año ingresaste al Coro de Niños de la Cooperativa Obrera y qué motivó tu decisión?
–Me sumé al Coro en 1989 y lo integré durante dos años. En ese entonces era amigo de Gaspar Gantzer, hijo del director de la Orquesta Sinfónica, quien conociendo mis deseos de ser actor, me invitó a participar en “La Bohéme”, una ópera que se representó con solistas del Teatro Colón y del Teatro Argentino de La Plata. Tenía que hacer un personaje muy chico en el primer acto y otro en el segundo, donde debía cantar. Para ello había que aprender la fonética de las letras y tuve que ensayar con la agrupación que dirige Carmelo Fioriti. La experiencia me entusiasmó, quería seguir en los escenarios y esa circunstancia me llevó a integrarme al Coro.
–¿Qué rescatás de tu paso por el Coro de Niños?
–Tengo muy lindos recuerdos. Yo era muy chico y lo primero que aprendí dentro de la música tiene que ver con Carmelo, quien me hizo entender que cada uno hacía una voz distinta, me enseñó a afinar, a estudiar las armonías. También me acuerdo haber realizado muchos viajes, ya que actuábamos en clubes, teatros y otros escenarios de la región.
–¿Es por eso que seguiste estudiando canto?
–Cuando llegué a Buenos Aires empecé a estudiar canto con profesores particulares. Después ingresé a una escuela donde se impartía una educación de arte integral que incluía música con profesores del Teatro Colón. Posteriormente me capacité con Laura Hatton, y desde hace tres años estoy practicando con Gipsy Bonafina una técnica que se denomina Bell Canto. Más allá de que esos conocimientos me permitieron participar en comedias musicales, lo hago para fortalecer las cuerdas vocales y poder manejar algunas situaciones como afonías y resfríos, pues de otra manera me impedirían usar la voz sobre el escenario.
–¿Cómo se inició tu carrera de actor?
–Comencé en el teatro independiente, donde hice muchas obras y también teatro para niños. En el año 2002 me incorporé a Teatro para la Identidad y estuve tres años haciendo “Fronterizos”, una obra que recibió muchos premios. Mi primera incursión en el teatro comercial fue en el Maipo, con la comedia musical “Rita, la salvaje”, y en el 2009 fui convocado para el elenco de “Agosto”, junto a Norma Aleandro y Mercedes Morán, en lo que constituyó mi ingreso al teatro comercial “grande”. Paralelamente con mi labor teatral, trabajé en publicidad, en 9 películas de cine y en exitosas series televisivas. Por ejemplo, el año pasado formé parte de “Para vestir santos”, ganadora del Martín Fierro de Oro.
–¿Qué cosas evalúas a la hora de aceptar un papel?
–A mí me interesa mucho qué contar, qué darle al público. Es algo que me está pasando últimamente. Priorizo que las obras en las que yo participe dejen siempre un mensaje esperanzador, que hagan pensar al espectador, pero sobre todo que ofrezcan una mirada optimista de la vida.
–¿Cuáles son tus expectativas profesionales a futuro?
–Por ahora seguir con la gira de “Todos eran mis hijos” por Argentina y otros países. En la segunda mitad del año tengo previsto hacer televisión y a fines de 2011 se estrenará la última película en la que participé: “Tiempos no tan modernos”, dirigida por Simón Franco. Además, tengo muchas ganas de volver a hacer una obra que se titula “Cielo rojo” y poder llevarla a Bahía Blanca.
–A propósito, ¿cómo ves el teatro bahiense?
–Pienso que ha habido un crecimiento muy grande desde que me fui. En ese momento casi no había grupos independientes y ahora se han formado varios. Esto es muy bueno porque ese tipo de teatro permite equivocarse y eso te lleva a aprender, ya que en el teatro comercial no se puede fallar. Creo que Bahía estaba como dormida pero ahora se está sumando a una importante movida de teatro off como sucede en Córdoba o en
Rosario.

Esteban Meloni.
noticias
Excelente respuesta de los consumidores en Bolívar
Tal como habíamos anticipado en nuestra anterior entrega, el viernes 10 de junio en la ciudad de San Carlos de Bolívar abrió sus puertas la sucursal 91 de la Cooperativa Obrera, ocupando el inmueble ubicado en la esquina de Avenida General Paz y calle Mitre donde hasta pocos días antes funcionara el supermercado Fausto, cuyos propietarios decidieron cederlo en
concesión de largo plazo a nuestra entidad.
El día previo, directivos y funcionarios de la Coope ofrecieron un desayuno de trabajo en el Salón Rosa de la Municipalidad de Bolívar, al que concurrieron el intendente de esa comuna,
escribano José Gabriel Erreca, el presidente del Concejo Deliberante, contador Ricardo Marcos Criado, y casi un centenar de representantes de diversas organizaciones locales.
En la oportunidad se proyectó un video que narra los orígenes y el desarrollo alcanzado por la institución, mostrando que al margen de sus actividades económicas la Cooperativa lleva a cabo una intensa labor en materia educativa y cultural, promoción de una sana alimentación, prevención de la salud y cuidado del medio ambiente.
La Sucursal
Gracias a la demora de casi una semana en su apertura, en los 828 m2. que integran el área de ventas pudieron disponerse casi la totalidad de las instalaciones definitivas de la nueva Sucursal, incluyendo la habilitación de la sección de artículos para el hogar, mientras prosiguen los trabajos de renovación en el resto del edificio que permitirán mejorar sustancialmente los sectores de recepción de mercaderías y servicios para el personal.
La considerable expectativa por la llegada de la Cooperativa Obrera a Bolívar que se venía palpando en los contactos con las autoridades públicas, los medios de prensa y las instituciones de la comunidad, quedó plasmada en la respuesta de los consumidores que se volcaron masivamente al nuevo supermercado, cuyo plantel de personal –a cargo de Edgardo Chanique, ex responsable de la Sucursal 31 (Puan)– suma 32 personas, habiéndose incorporado a los 25 empleados de la anterior firma y completado el resto con mano de obra local.
Mar del Plata
En los primeros días de julio quedará habilitada la Sucursal 92 de la Cooperativa Obrera, el primero de los supermercados que la entidad abrirá en la ciudad de Mar del Plata.
Está en el sector sur de la Perla del Atlántico, donde se cruzan las avenidas Edison y Fortunato de la Plaza, punto de convergencia de los barrios Colinas de Peralta Ramos, Termas Huinco y Juramento.
Allí funcionó hasta hace muy poco el supermercado Coral, cuyos dueños introdujeron importantes modificaciones en el edificio antes de entregarlo en concesión por varias décadas a la
Cooperativa.
El 100° ejercicio en la memoria
del
Consejo de Administración
Entre los puntos que integraron el orden del día de la asamblea anual de la Cooperativa Obrera realizada el sábado 25 de junio, además de la consideración del primer balance social de la entidad, se incluyó –como es norma estatutaria– el tratamiento de la memoria preparada por el Consejo de Administración resumiendo la gestión que llevó a cabo a lo largo del 100º ejercicio social finalizado el 28 de febrero de 2011.
Una circunstancia que suele generar habitualmente una interrogación es por qué si la Coope acaba de cumplir 90 años de vida, esta memoria anual corresponde al 100º ejercicio. La respuesta es simple: en los primeros años de vida de la entidad, sus asambleas ordinarias se realizaban cada seis meses para analizar el resultado del ejercicio, que en ese entonces abarcaba un semestre.
Pero también hay que aclarar, para ser fiel a la historia, que el primer ejercicio no se inició con la fundación (el 31 de octubre de 1920) sino con la puesta en marcha de la actividad económica, hecho que tuvo lugar el 1º de mayo de 1922 con la primera hornada de pan. A partir de allí los ejercicios se cerraban el 31 de octubre y el 30 de abril, hasta que después de 1933 se resolvió anualizar la duración del ejercicio social.
Volviendo a la memoria considerada por la reciente asamblea de delegados –que tuvo lugar, como lo establece la ley de cooperativas, en la ciudad donde funciona la sede social de la institución: Bahía Blanca–, rescatamos a continuación algunos de sus conceptos más significativos.
• La Cooperativa Obrera –principal exponente del cooperativismo de consumo de la Argentina– ha iniciado la década de su firme camino hacia un Centenario que ya se vislumbra y que se cumplirá el 31 de octubre de 2020.
• Vigorizada en una férrea adhesión a los valores y principios cooperativos, la entidad se encuentra en un momento especialmente importante de su trayectoria, consolidada en la confianza que le brinda la población en general y su siempre creciente número de asociados, que en el último ejercicio han superado el millón.
• La Alianza Cooperativa Internacional ha señalado que, en un mundo en cambios constantes, las cooperativas más exitosas serán las que los visualicen con mayor certeza y den respuestas más adecuadas a las necesidades económicas, sociales y culturales de la población.
• La Cooperativa Obrera entiende que la identidad de la organización no puede basarse en la gloria de su pasado, sino en su capacidad de crecimiento y desarrollo presente, como agente de cambio de una sociedad dinámica, en la que ganan espacio, entre otras, las ideas de solidaridad, participación democrática y defensa del medio ambiente.
• La exitosa expansión concretada por la Cooperativa Obrera en los últimos años está basada en dos premisas esenciales. La primera, proyectar el cooperativismo de consumo en el país para recuperar la participación que supo tener la economía social en el sector de la distribución a fines de los años ochenta. La segunda, consolidar empresarialmente a la entidad para tener la posibilidad de acrecentar y mejorar los servicios a sus asociados.
El sábado 9 parte el Coopebus con
"La Hinchada de la Coope América"
El jueves 30 de junio, o sea con posterioridad al cierre de esta edición, se llevaron a cabo en las cabeceras regionales (Bahía Blanca, Coronel Suárez, General Roca, Tres Arroyos y Viedma) los últimos sorteos para determinar el contingente de 40 integrantes de “La hinchada de la Coope América”, quienes –acompañados con representantes de la Cooperativa Obrera– habrán de partir el sábado 9 rumbo a la ciudad de Villa Carlos Paz, lugar donde se hospedarán para presenciar el tercer partido de la selección nacional de fútbol a jugarse el lunes 11 en el estado olímpico de Córdoba.
La primera tanda de sorteos, efectuada el jueves 2 de junio, arrojó los siguientes ganadores de un par de plazas cada uno: Guillermo Domínguez (asociado 335.882) y Francisco Gentile (120.349) de Bahía Blanca, Liliana Chiclana (332.349) y María Delia Izurieta (230.138) de Tres Arroyos, Ramón Feyen (574.790) y Norma Rojas (564.296) de Cipolletti, Juan Víctor Delpo (232.662) de Tornquist, Elsa Waiman (244.766) de Pigüé, Raúl Navarro (890.766) de Carmen de Patagones y Laura Rapanelli (780.735) de Viedma.
ARCOR cumple sesenta años
Fundada el 5 de julio de 1951 por iniciativa de un grupo de jóvenes emprendedores encabezados por Fulvio Salvador Pagani en Arroyito, Córdoba (de ahí su nombre), ARCOR –empresa multinacional de capitales argentinos que nació con el objetivo de elaborar alimentos de calidad a un precio justo para consumidores de todo el mundo– se ha convertido en el primer productor mundial de caramelos y el principal exportador de golosinas de Argentina, Brasil, Chile y Perú.
Especializada en la elaboración de alimentos, entre los que se destacan golosinas, chocolates, galletitas, conservas de frutas y hortalizas y productos derivados del maíz, su volumen de producción supera los 3 millones de kilogramos diarios y sus productos de marca propia llegan a más de 120 países en los cinco continentes.
Cuenta ya con 41 plantas industriales, muchas de ellas consideradas modelo en su género, que se encuentran ubicadas en cinco naciones latinoamericanas: Argentina (30), Brasil (5), Chile (4), México (1) y Perú (1).
En recientes declaraciones, el contador Luis A. Pagani, hijo mayor del fundador y actual presidente del Grupo Arcor, hizo referencia a nuevos proyectos de expansión corporativa, que incluyen una fuerte inversión en galletitas y alimentos en Argentina y en chocolates y golosinas en Brasil, además de incursionar comercialmente con mayor fuerza en los países del este asiático y de África.