JUNIO 2004 | VALOR | |||
![]() |
MUCHO MAS QUE BUENOS PRECIOS Más allá de sus precios competitivos, la Cooperativa Obrera adiciona a los productos que expende en su cadena de supermercados, el valor agregado que constituye su cercanía a los consumidores y la gran confianza que en ellos despierta la trayectoria de la entidad. Para evaluar la política de precios de un determinado comercio no hay nada mejor que comparar en forma completa el listado que contiene las decenas de productos integrantes de la denominada "canasta familiar", ya que no pocas veces un puñado de atractivas ofertas tiene como compañia precios aumentados en el resto de los productos para compensar el "sacrificio" de márgenes que implican las rebajas promocionadas. En este sentido, la Cooperativa –si bien debe adaptarse a la práctica de las ofertas, ya que ella configura una herramienta de uso habitual en el mercado– trata de ser fiel al postulado que en esta materia es parte de su propia misión institucional: "procurar un adecuado equilibrio entre la calidad de servicio y la economía de precios". Porque mal podría reputarse si un precio es caro o barato sin tener en cuenta la calidad del producto al que está referido. Cerca del consumidor Además, para acceder a los precios de la Cooperativa Obrera los consumidores no deben trasladarse grandes distancias, apelando a sus propios medios de locomoción o al transporte público como sucede con otros competidores que sólo atienden en sus grandes bocas, algunas de ellas ubicadas en lugares distantes de donde vive la gente. La existencia, por ejemplo en Bahía Blanca, de su red de 28 sucursales –que abarca desde hipermercados de 6.000 m2. de área de ventas hasta pequeños autoservicios de barrio, algunos de ellos de apenas 250 m2.– hace posible que casi todos los consumidores puedan contar con un local cooperativo muy cerca de su hogar. En quien confiar Pero tal vez lo más importante es que esa cercanía no tiene sólo carácter geográfico. El consumidor siente cerca suyo a la Cooperativa porque sabe que es su propia entidad y le deposita su confianza, consciente que ella lo defenderá no sólo como "comprador" sino también como ser humano, a través de amplia gama de servicios –la mayoría gratuitos– que trascienden el plano económico para proyectarse hacia lo social y lo cultural. La seguridad de poder abastecerse en una entidad cuyos supermercados, por la naturaleza, calidad y frescura de los productos que ofrecen y por la higiene y pulcritud que salta a la vista, es algo que realmente no tiene precio. ![]() |