día de la mujer
GUATRACHÉ, CIUDAD DE LAS INTENDENTAS

Guatraché no sólo tiene el mérito de haberse constituido en una pujante localidad del sudeste pampeano, sino también en ser uno de los municipios donde las mujeres vienen gobernando democráticamente desde 2003.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo en todo el mundo, Familia Cooperativa dialogó sobre el presente del mal llamado sexo débil en la política con la actual intendenta de Guatraché, ingeniera María de los Angeles Higonet y con su predecesora en el período 2003-2007, la doctora Nancy Schenkel.
-La Presidenta de la Nación señaló, al asumir su mandato, que a las mujeres -por ser mujeres- siempre todo les va a costar más. ¿Comparten o no esta apreciación?
Higonet: La diferencia de géneros respecto de las capacidades existe, pero no es una diferencia natural, sino un mero prejuicio sociocultural y constituye una cuestión que no resiste el menor análisis. Sin embargo, esas pautas socioculturales de las cuales podemos estar estigmatizadas suelen fundamentar tal afirmación.
Si bien todavía el costo de cada logro es mayor para las mujeres, se han dado pasos destacables como para afirmar que paulatinamente se revertirán esos conceptos y en ello estamos las mujeres que tenemos el compromiso de gobernar.
Schenkel: No creo que por ser mujer todo cueste más. La señora Presidenta sabe que la capacidad va mas allá del género. Quizás tenga mayor resonancia si una mujer tiene un logro porque pareciera que nos costara más obtenerlo. En realidad hay mujeres y hombres con capacidad y también mediocres en los dos géneros.
Si tenemos un gobierno provincial que gobierna para todos igual no cuesta más o no debería suceder de esa manera, pero si el gobierno mira el color político que llevamos : ahí sí, nos va a costar tanto a intendentes mujeres como a intendentes hombres. 
-¿Considera que la Ley de Cupo Femenino constituye, tal como manifestara la Presidenta, una discriminación absolutamente positiva o piensa que esa norma es innecesaria?
H: Sí. La ley peca por exceso y por defecto. Peca excesivamente por subsidiar el género y tiene el defecto de discriminar al mismo tiempo (situación en la cual se suelen sentir los subsidiados). Si bien parece una contradicción idiomática, también es una necesidad en esta transición generacional.
S: Defiendo la ley porque comenzamos a formar parte en el sistema de decisiones. Según informes, la Argentina figura entre los 10 países del mundo con mayor participación de la mujer en la política.
-¿Piensa que el Cupo Femenino debería extenderse a los cargos públicos ejecutivos y también a las organizaciones privadas?
H: La limitación es constitucional y afectaría ese orden constitucional delimitar el género del Ejecutivo (generalmente unipersonal) a las mujeres. Sería un abuso en el cual no han incurrido contemporáneamente los hombres. Al mismo tiempo una solución de tal índole en el ámbito del derecho privado sería una extralimitación en la normativa.
S: Claro. Sería muy interesante.
-Si bien durante los últimos años se han registrado avances en la incorporación de las mujeres a la política, no siempre la igualdad formal se traduce en una igualdad real. ¿Hasta qué punto las mujeres forman parte de las esferas de decisión?
H: La igualdad formal establecida por la ley ha sido respetada. Una lista de candidatos que no la respetase seguramente habría sido impugnada. La representatividad de quienes resultan electos se traducirá en una igualdad real, pero no por las circunstancias de sexo, sino por las capacidades o cualidades personales. En mi vida he visto muchos representantes masculinos en ejercicio de un poder formal y no real, o sea, meras pinturas dependientes de terceros.
S: En mi pueblo la mujer se incorporó a la política y se la tuvo en cuenta. Soy del sector independiente y en el año 1999 me convertí en la primera mujer en ocupar el cargo de Juez de Paz. Luego, entre 2003 y 2007 fui intendenta, cargo que también por primera vez desempeñaba una mujer, y estoy hablando de un lugar pequeño. Creo que tenemos decisión en todos los niveles y se nos respeta. La sociedad debe cumplir con la obligación para que las mujeres podamos acceder y tomar decisiones en una real condición de igualdad., ya sea en el sector privado, publico y político.