Para conocer acerca de los pueblos originarios que habitaron la región del Valle Medio, "Familia Cooperativa" entrevistó al agrimensor Omar Norberto Cricco, un residente de Choele Choel que mucho se ha preocupado por investigar el pasado indígena de esa ciudad rionegrina.
-¿Qué indígenas habitaban estos lares algunos siglos atrás?
-Aquella tierra de áridas mesetas que Magallanes bautizara como Patagonia fue el país de los tehuelches, vocablo éste también impuesto por una lengua ajena al medio pero que terminó por identificarlos. Ellos se denominaban a sí mismos como selknam, aónik'enk, günün-a-künna, etc., porque a decir verdad, aunque compartían similitudes entre sí, también poseían marcadas diferencias. De allí que el doctor Escalada titulara su libro "El Complejo Tehuelche".
-¿Y el nombre de Choele Choel, de dónde deriva?
-La histórica isla comenzó a conocerse entre los blancos como el Choeleechel o sus variantes posteriores, vocablo que confundiéndose en distintos elementos zonales (una tribu, una huella, el río, entre otros) llegó a oídos de los misioneros jesuitas Cardiel y Falkner, por entonces instalados en las pampas bonaerenses. En realidad no se ha alcanzado aún a conocer un significado contundente y mucho menos a determinar su origen, que parece perderse en antiguos tiempos que precedieron a la difusión del mapudugun o lengua mapuche.
-¿Qué se sabe de la vida de los indígenas primitivos?
-Choele Choel se hallaba en pleno territorio de los günün-a-künna y constituía un ancestral nudo de veredas indígenas en los antiquísimos tiempos previos al caballo, cuando estos pueblos nómades marchaban a pie tras el guanaco y el ñandú, presas en torno a las cuales giraba buena parte de su existencia. Pero este mundo cambió drásticamente con la aparición del caballo y, quizás mucho más, de las vacas.
-El caballo les facilitó su traslado…
-Efectivamente. El caballo agilizó sus marchas y los llevó a dominar territorios más lejanos como las Sierras de la Ventana (Cashuati) o las proximidades del Lanín (Yajaunaujén) y a conocer el ganado vacuno. Sin embargo, esta riqueza de las pampas alentó el progresivo movimiento de indígenas cordilleranos y, más tarde, de allende la cordillera misma, hecho que alteró profundamente el panorama inicial y acabó finalmente por desplazar al pueblo original de la región.
-¿Es así como Choele Choel cobró importancia estratégica?
-La antiquísima rastrillada del río Negro -el camino del Cholehechel de Falkner, el "horse road" de su mapa- fue profundizándose día a día y por más de un siglo se convirtió en la vía por la cual fluyó hacia el oeste el producto del malón sobre los campos de sur bonaerense (Azul, Tandilia y Ventania).
-¿Qué fue de los tehuelches ante la expansión mapuche?
-Una parte de los antiguos ocupantes del Valle Medio aparecen mestizándose con los nuevos pueblos, mientras que en otros casos directamente se replegaron hacia el interior patagónico y retornaron a sus viejas técnicas de supervivencia. D'Orbigny los identifica por Carmen de Patagones hacia 1829 y el Perito Moreno por la Línea Sur rionegrina hacia 1879. Finalmente Harrington hacia 1930 y Casamiquela hacia 1960 en Gan Gan, una localidad del norte chubutense, logran recuperar postreros detalles de aquel pueblo en desaparición.
-¿Cuál era la situación en la denominada "Campaña del Desierto"?
-Cuando el presidente Avellaneda ordena en 1879 el traslado de la frontera interior al río Negro, Choele Choel se convierte en meta principal y afirma tal condición como Comandancia General de la nueva línea. En ese momento el ingeniero Ebelot distingue claramente los grupos indígenas recientes, contra los que ellos se enfrentaban, de aquellos otros primitivos ocupantes de la región, a quien atribuyó la abundancia de vestigios arqueológicos con los que se cruzaban. Todavía hoy en médanos, sobre antiguos meandros del río o en las lagunas de la planicie, los "picaderos" -como se los conoce en la Patagonia- siguen entregando testimonios de aquel mundo perdido. Tal vez Hernandarias y su gente hayan sido en 1604 los únicos blancos que presenciaron el mundo virginal de los tehuelches, ya que crónicas posteriores muestran un Choele Choel con fuerte presencia de grupos cordilleranos.
-Choele Choel fue siempre un "bocado apetecible" por su ubicación geográfica…
-Lo cierto es que las sucesivas disputas reafirman la condición estratégica de Choele Choel. La conocida carta del cacique Calfucurá -nacido allende los Andes- al coronel Álvaro Barros no es más que el eco de la preocupación indígena por la posible pérdida de Choele Choel, ya percibida por el piloto Villarino casi un siglo antes. Es que "la Gibraltar de la Barbarie", a decir de Sarmiento, o "La Llave del Desierto", según la expresión de Zeballos, constituyó objetivo principal en las campañas de Rosas y de Roca, por citar las más conocidas.
-¿Y finalmente cayó en manos de los "huincas"?
-Ya Charles Darwin allá por 1833 había adelantado melancólicamente que la disputa no se prolongaría por más de medio siglo. La superioridad técnica y el ímpetu de aquella Argentina de los '80 terminó con el conflicto. La toma de Choele Choel puso fin al tráfico de ganado por la vieja rastrilladas y significó el derrumbe definitivo de los indígenas. A una última resistencia en los contrafuertes cordilleranos siguieron la rendición, las reubicaciones y un largo peregrinar. Esto trajo de nuevo al Valle Medio a muchos de los grandes caciques (Sayhueque y Namuncurá, entre otros), quienes arrastrando humillación y miseria buscaban su lugar en un mundo que ya les era muy extraño.
-Así concluye la presencia indígena en Choele Choel…
-Sin variar mucho el trazado, sobre la vieja rastrillada se tendieron los rieles y al iniciarse el siglo XX los colonos iniciaban una no menos interesante lucha por los canales y por medios para salvar con comodidad el río, en su afán por arrancar frutos a estas tierras. En tanto, corriendo una suerte similar a la de aquellos viejos soldados criollos, tan sorprendidos como ellos por los cambios, los pocos indígenas que quedaron fueron incorporándose al nuevo modelo y concluyeron sus días como pequeños crianceros o como peones en la isla o rincones aledaños.