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El fascinante mundo de la radio

Concebida como mecanismo de transmisión y recepción de voces, música y sonido, mediante ondas electromagnéticas, la radio sigue siendo sinónimo de un servicio que entra en todos los hogares siguiendo el pulso cotidiano de la historia y acortando todas las distancias.

Si bien la historia de la humanidad atesora inventos de mayor peso, la aparición de la radiodifusión rescató al hombre de la precaria comunicación en que se encontraba inmerso y, en términos generales, permitió crear un nuevo universo donde las distancias fueron sensiblemente menores.
Mediante una maravillosa constelación de ondas electromagnéticas, electricidad e inventos científicos, a partir de la década del 20 el flamante descubrimento comenzó a acercar masivamente al mundo entero.
En la época de la guerra civil norteame-ricana, James Clerk Maxwell elaboró en Escocia una teoría sobre misteriosas ondas electromagnéticas que viajarían a la velocidad de la luz.
El 1888, el alemán Heinrich Hertz demuestra esta teoría construyendo un aparato de laboratorio para generarlas y detectarlas. Así nacían las ondas hertzianas.
Por entonces el italiano Guillermo Marconi tenía veinte años y estaba al día del aporte de Hertz. Sus experimentos tenían objetivos prácticos y comerciales inmediatos. En 1897, en Inglaterra, patentó el telégrafo inalámbrico y lo desarrolló cubriendo cada vez mayores distancias.
En la nochebuena de 1906, los radiotelegrafistas de los barcos que navegaban por el Atlántico, frente a las costas de Estados Unidos, escucharon por primera vez una voz que les hablaba en sus auriculares.
Fue Reginald A. Fessenden quién preparó un aparato que permitía la transmisión de señales más complejas que las del sistema Morse. También había construido un transmisor sumamente poderoso para sus experimentos.
Aquella noche memorable diversas personas hablaron por el inalámbrico; una pronunció un discurso, otra leyó un poema e incluso alguien tocó el violín. Este fue el nacimiento de la radio.
Por entonces se había descubierto que ciertos minerales, en un circuito sencillo, eran capaces de detectar las emisiones radiales. Cualquiera podía construirse un receptor de radio "a galena", sumamente barato.
Luego Lee De Forest inventó el audion, que en la jerga técnica se le denominó válvula. Posteriormente reemplazado por el transistor, dispositivo que cumple aproximadamente la misma función.
Al sistema de radio conocido como A.M., modulación de amplitud, se agregó más tarde el de F.M., modulación de frecuencia, donde la ampliación de la onda se mantiene constante, mientras se hace variar la frecuencia.
Gracias a una constante evolución técnica y pese a los embates de la televisión, la radio sigue comunicando al mundo entero y constituye el medio más económico y rápido para hacerlo.

Cuando la Argentina hizo historia


Los inicios de la radiofonía en nuestro país estuvieron estrechamente vinculados con el multifacético médico Enrique Telémaco Susini, quien junto a un grupo de amigos transmitió desde el Teatro Coliseo la ópera Parsifal, de Richard Wagner. Era el 27 de agosto de 1920.
"Señoras y señores, la Sociedad de Radio Argentina les presenta hoy...", expresó Susini con impostada voz de barítono y de primer locutor de radio.
Muchos expertos e historiadores coinciden que hasta entonces lo que había existido era radiotelefonía (dos personas u operadores se comunican entre sí), pero esa noche inolvidable desde el teatro Coliseo se había hecho radiofonía (la transmisión se realiza para ser captada por un público masivo y el emisor no dialoga con el receptor).
Si bien existen opiniones contradictorias, la prestigiosa Enciclopedia Británica reco-noce como invento argentino a la radiofonía. Sesenta y siete días después aparecía, en los Estados Unidos, la que se considera primera emisora comercial del mundo.
En realidad, la del 27 de agosto de 1920 fue la primera transmisión del planeta porque se la pensó para el público en general y con propósitos de continuidad, a pesar de su evidente carácter experimental.
Luego de esa épica jornada el presidente Yrigoyen comentó: "Cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el genio adentro...". 
"Los Locos de la Azotea", como se los conocía por sus antenas de transmisión que colocaban en las terrazas, fueron los primeros y los mejores en múltiples actividades y empresas. Líricos y empecinados, siempre aceptaron todos los desafíos.
Susini, cuya vida se apagó el 4 de julio de 1972, a los 81 años, también incursionó en el cooperativismo y en 1962 fundó la Cooperativa Telefónica de Pinamar, unas de las empresas más avanzadas del sector.

LA PRIMERA EMISORA BAHIENSE

sarmiento A las cinco de la tarde del 31 de mayo de 1930, luego de varios intentos fallidos, aparecía la primera expresión estable de una radio en Bahía Blanca.
Ese día salía al etér LT8 Broadcasting Bahía Blanca, de la mano del mecánico y electricista Norberto Parenti y del transportista uruguayo Segundo Alzola.
El emprendimiento, iniciado en la casona de Zelarrayán 1610, luego se convertiría en Radio Parque de Mayo y finalmente en
LU2 Radio Bahía Blanca.
La primera transmisión contó con la presencia del intendente Florentino Ayestarán, quien destacó la importancia del acontecimiento. Luego lo hicieron los representantes de los diarios La Nueva Provincia, El Atlántico y El Censor, cerrando el ciclo los dueños de la emisora y varios números musicales.
En 1932 la radio se traslada a Donado 25 donde sus estudios se transformaron, con el correr de los años, en cita obligada de verdaderas multitudes que llegaban para aplaudir a las figuras artísticas provenientes de Buenos Aires.
En 1945 fue comprada por Jaime Yankelevich para agrandar la red nacional de Radio Belgrano, mientras que recién en 1958, luego de una larga noche de estatismo radial, fue licitada y adjudicada a la señora Diana Julio de Massot y otros socios.
En 1962 se trasladó al edificio histórico de La Nueva Provincia, en Sarmiento 64, iniciando una etapa de permanente renovación técnica y adecuando sus espacios a la creciente área de cobertura.
Entre otros hitos de la emisora no pueden dejar de mencionarse numerosas radionovelas, el radioteatro de Javier Rizzo, que comenzaba a las 15.15, o la Fonoplatea, inaugurada el 21 de septiembre de 1962, por la que pasaron, entre otros, Los Chalchaleros y Los Fronterizos.
Luego del advenimiento de la televisión, en 1965, la radio reformuló su contenido priorizando la información por sobre el entretenimiento, campo en que se destacó el programa Panorama, dirigido por José Román Cachero y que hoy, tras varias conducciones, orienta Héctor Gay.
En el plano deportivo las entregas se iniciaron con Olimpya Deportiva, de Abel A. Bournaud, cuyo heredero actual es Radivisión Deportiva, que comanda Rafael Emilio Santiago.
Desde el 31 de mayo de 2001 cuenta con nuevos estudios en Rodríguez 55 y es considerada una de las mejores emisoras del interior del país.
En el plano local, su poder de convocatoria no sólo ha quedado plasmado en los niveles de audiencia logrados por el programa matutino Bienvenidos, que encabeza Lorenzo Natali, sino por la respuesta que obtuvieron las numerosas campañas solidarias lanzadas por LU2 y por su condición de intérprete del sentido comunitario de Bahía Blanca y una amplia región de influencia.