En abril de 1990 el área cultural de la Cooperativa Obrera ofreció el dictado de un curso de Gimnasia Prenatal para embarazadas que ingresaban en su séptimo mes de gestación. Desde entonces, más de cinco mil futuras mamás han asistido a estas clases buscando llegar al sublime momento del parto con la mayor preparación posible.
En aquella época no existían propuestas gratuitas de este tipo en la ciudad de Bahía Blanca ni tampoco las obras sociales cubrían el costo de los cursos onerosos, por lo que la iniciativa adquirió gran relevancia.
Desde su mismo origen, las clases estuvieron a cargo de Lidia Fidalgo de Facetti, obstétrica recibida en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, a quien entrevistó "Familia Cooperativa" con motivo de este aniversario.
-¿Cómo surge la idea de realizar el curso de gimnasia preparto?
-Yo comencé trabajando como obstétrica en 1969 en el Hospital Penna y desde el primer momento di cursos de pre y post parto, tanto en forma particular como en distintos institutos de nuestra ciudad. En esos cursos tuve como alumnas a varias señoras que trabajaban ellas o sus esposos en la Cooperativa Obrera. Seguramente de allí surgió que a principios de 1990 me llamaran para ofrecerme dictarlos en el salón cultural de la entidad, propuesta que acepté sin pensar que la relación podría extenderse por tan largo tiempo.
-Como docente, ¿cuántos nacimientos estima que ayudó a llevar adelante?
-En la Cooperativa he tenido más de cinco mil alumnas, pero en total, teniendo en cuenta los otros lugares donde me he desempeñado a lo largo de mi actividad profesional, estimo que han sido por lo menos unos treinta mil nacimientos.
-¿Qué cambios nota con el paso del tiempo en las personas que asisten a sus cursos?
-Uno de los cambios que he venido observando es que las mujeres se embarazan mucho más temprano. Hoy la cantidad de adolescentes que se inscriben en nuestros cursos resulta mucho mayor que cuando empecé a dictarlos, ya que en aquella época un embarazo a esa edad era algo excepcional. Por otra parte, también me llama la atención que a pesar de tener actualmente la posibilidad de acceso a una mayor información, las mujeres jóvenes conocen mucho menos sobre el tema que las generaciones anteriores.
-¿Qué otros cambios se han producido en el dictado de esta clase de cursos?
-Ahora el desarrollo de los cursos es muy diferente al de otros tiempos. Por ejemplo, las respiraciones son distintas, ya que se utiliza la respiración profunda y no el jadeo. También ha cambiado la posición en que se pone la mujer durante el trabajo de parto, recostándose sobre el costado izquierdo para oxigenarse mejor. Además se ha eliminado la enema durante el trabajo de parto, algo que resultaba muy traumático para quien iba a dar a luz.
-También ha cambiado el rol del padre, tanto durante el embarazo como en el cuidado de los niños…
-Efectivamente, ahora el padre es más compañero, quiere saber, participa, pregunta, acompaña a su mujer durante el curso, a las ecografías y a las consultas con el ginecólogo, situación que antes no ocurría o era muy raro que sucediera. Y una vez nacido el hijo, su rol es distinto al de otras épocas, porque cambia pañales, le da de comer, lo lleva al colegio, participa de las reuniones de padres, etc., es decir se ocupa de una serie de actividades que anteriormente estaban reservadas solamente a las madres.
-¿Por qué cree que es conveniente que la mujer embarazada participe en este tipo de curso?
-Yo creo que es muy importante que la mujer asista a un curso prenatal porque en el mismo se trabaja para superar los miedos, especialmente en la madre primeriza, que muchas veces se paraliza por lo que le cuentan amigas o familiares que ya han vivido la experiencia del parto. En nuestro curso no se le miente y se le dice que si bien el umbral de dolor es distinto para cada persona, existen técnicas que pueden ayudar a superarlo. Siempre es importante que la mujer escuche a las personas que saben, a los profesionales que pueden orientarla, que le van a dar seguridad y que no van a hacer nada que la perjudique en ese momento tan trascendente para una mujer que es el parto. de ellos es poder consolidar el ingreso económico de los asociados para tener una mejor calidad de vida, enriquecer a la cooperativa y fortalecer la pertenencia desde lo laboral. Otra es inaugurar la nueva sala, ya que nuestra sede está en proceso de remodelación y ampliación. Y en lo artístico, claro está, seguir apuntando al perfeccionamiento profesional.
-¿Consideran que el sistema cooperativo es un aliado imprescindible para que otras iniciativas teatrales puedan afianzarse y crecer?
-No necesariamente, pero sí estamos convencidos que hacerlo cooperativamente favorece las condiciones artísticas, humanas y económicas. Defendemos el cooperativismo porque logramos permanencia gracias a este sistema organizativo que elegimos hace más de dos décadas.