Reciclado de residuos en Gral. Cerri
En una experiencia piloto que podría extenderse a otros sectores del municipio bahiense, será puesta en marcha una moderna planta destinada a reciclar residuos urbanos sólidos.
Buscando dar respuesta a la creciente problemática que supone la acumulación de desechos urbanos, la Municipalidad de Bahía Blanca pondrá en marcha una planta de reciclado de residuos domiciliarios. El emprendimiento apunta a la producción de abono a partir de material orgánico, así como a la reutilización o venta de elementos inorgánicos, en una experiencia que podría extenderse luego a otros sectores del partido como Ingeniero White y Cabildo.
En diálogo con "Familia Cooperativa", Alberto Sangre, delegado municipal en General Daniel Cerri, explicó que la iniciativa surge en 1993 por inquietud del intendente Jaime Linares. La decisión de instrumentar el proyecto en Cerri obedeció a las características particulares de esta comunidad de 6.000 habitantes, donde la recolección de residuos domiciliarios -unos 3.840 kg. diarios- es realizada directamente por el personal municipal.
Luego de algunos esbozos preliminares, las obras se iniciaron en 1995 sobre un predio de 15.000 m2. ubicado en el sector quintas de General Cerri. Se procedió a forestar y delimitar el sector, al tiempo que comenzaron las primeras experiencias con lombrices californianas adquiridas en la Escuela Agropecuaria de Tres Arroyos, buscando aprovechar al máximo su capacidad de convertir residuos orgánicos en abono. Para tal fin se efectúan constantes mediciones de humedad, temperatura y acidez en la basura depositada sobre varias camas de compostaje emplazadas a cielo abierto.
"Siempre pensamos que la inversión iba a ser importante y por eso nos fuimos manejando en etapas, de acuerdo a los recursos presupuestarios disponibles", comentó Sangre. Fue así como paulatinamente se fueron materializando las oficinas, los vestuarios para el personal y los lugares para el almacenaje de los subproductos logrados, que se depositarán según los requerimientos del mercado: molidos, enfardados o prensados. También se construyó un galpón de dos plantas de 10 por 25 metros donde se efectuará el procesamiento y clasificación de los desechos.
La denominada Planta de Reciclado de Desechos Urbanos Sólidos recuperará elementos que normalmente tienen como destino el relleno sanitario de la ciudad de Bahía Blanca, desperdiciando de esta manera valiosos recursos para las industrias. Ahora se obtendrán para su reutilización cartón, PET (material utilizado para la fabricación de envases de gaseosas), vidrio y polietileno. "Salvo el 5 por ciento de lo que se recolecta, pañales especialmente, el resto deberá ser recuperado", puntualizó Sangre.
Tras estimar que el emprendimiento podría llegar a ocupar una docena de operarios de manera directa, aclaró que no se autofinanciará. "Estamos haciendo una gran inversión y seguramente lo que obtengamos no va a alcanzar para cubrir los gastos, pero esto es así en todo el mundo. Lo importante es que marcará el inicio de una modalidad distinta en lo que hace al tratamiento de los residuos domiciliarios", indicó.
El camino de la basura
El proceso comenzará con la labor de los agentes multiplicadores, quienes llegarán al domicilio de cada vecino para explicarles los alcances del emprendimiento y cómo deberán tratar los desechos. Cada familia realizará una clasificación de la basura en residuos orgánicos (restos de alimentos, por ejemplo) e inorgánicos (vidrio, papel, envases plásticos, etc.). Los primeros serán depositados en bolsas de color verde y diariamente retirados, mientras que los segundos se ubicarán en recipientes de color rojo recolectándolos dos veces por semana.
Sangre explicó que los camiones cargados de elementos inorgánicos llegarán a la planta y se ubicarán en una rampa ascendente que tiene por misión facilitar la descarga de los desechos en una gran tolva. Allí una especie de molino desgarrará las bolsas y volcará su contenido en una cinta transportadora de velocidad regulable, para trasladarlo hasta el sector donde los operarios procederán a la clasificación.
"El personal iniciará lo que se denomina picoteo. Habrá distintos trabajadores sentados junto a la cinta, cada uno dedicado a determinado producto. Por ejemplo, algunos se encargarán de recolectar vidrio de color ámbar, otros cartón, y los arrojarán a unas bocas que recogen el material y lo van depositando en otras tolvas", agregó el delegado municipal.
En cuanto a los residuos orgánicos, Sangre explicó que los 800 kilogramos diarios que actualmente se obtienen en Cerri no ingresarán al galpón de procesado, sino que serán molidos en otro sector de la planta y luego serán mezclados con el producto del chipeado de ramas. Allí mismo se estabilizarán sus condiciones de acidez y temperatura para, finalmente, ser depositados en los lechos donde las lombrices californianas procederán a su conversión en abono orgánico de excelente calidad.
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