NOVIEMBRE 1999
Un nombre muy bien impuesto

D
esde el pasado 30 de octubre, el flamante salón de actos de Zelarrayán 560, lleva el nombre de Américo Agostini, excepcional dirigente de la entidad y ferviente defensor de los ideales cooperativos.

En el marco de los festejos conmemorativos del 79 aniversario de la Cooperativa Obrera, tuvo lugar el pasado 30 de octubre la imposición del nombre de Américo Agostini, ex presidente de la entidad, al moderno salón de actos de calle Zelarrayán 560.

De espíritu solidario y dotado de profundas convicciones cooperativistas, Agostini hizo un culto de la práctica democrática y volcó no pocos esfuerzos en alentar las actividades culturales de esta institución hasta su fallecimiento, el 26 de octubre de 1985.

Integró por primera vez el Consejo de Administración de la Cooperativa Obrera en 1947, oportunidad en la que fue designado secretario. A partir de entonces, y hasta 1983, formó parte del cuerpo, presidiendo la entidad, alternativamente, durante 19 ejercicios, en un hecho que no registra precedentes.

Entusiasta militante socialista, Agostini orientó su accionar hacia el gremialismo, llegando a convertirse en dirigente de la Unión Ferroviaria. También tuvo actuación en un cuadro filodramático de dicho sindicato, hecho que lo impulsó a realizar radioteatros a través de las emisoras LU3 y LU7.

Al mismo tiempo, fue un gran impulsor del movimiento cooperativo bahiense, logrando una destacada actuación en la Cooperativa de Consumos de Empleados y Obreros del Ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico Ldta, división Bahía Blanca, popularmente conocida como Cooperativa Ferroviaria. Ya integrando los niveles directivos de la Cooperativa Obrera, Agostini colaboró en la toma de decisiones claves durante 30 años, por caso la fusión con la Cooperativa Ferroviaria, la compra del Almacén Inglés y la inauguración del primer Supermercado con Autoservicio, en 1965.

También participó en la absorción de la Cooperativa Eléctrica Bahiense y de la Cooperativa de Consumo y Vivienda entre el Personal de Metalúrgica Bahía Blanca, así como en la confección y puesta en marcha del llamado "Plan de Desarrollo" que resultara el pilar de la expansión posterior de nuestra entidad.

También en representación de la Cooperativa Obrera integró la Comisión de Reafirmación Histórica de Bahía Blanca y en 1980 comenzó a preparar un resumen de las actas de reuniones del Consejo de Administración y de las Asambleas, desde sus orígenes.

Su preocupación por destacar la historia de la Cooperativa Obrera se manifestó, entre otros aspectos, en las páginas de "Familia Cooperativa", donde don Américo publicó en 1982 la columna "Evocaciones Históricas".

El moderno salón de actos que lleva su nombre cuenta con capacidad para 150 personas y está dotado de los últimos avances tecnológicos, tanto en sistemas de calefacción y aire acondicionado, como en sonido e iluminación.

MERECIDO RECONOCIMIENTO

Como ya es tradicional, en ocasión del nuevo aniversario de su fundación la Cooperartiva Obrera evocó la memoria de uno de sus más destacados dirigentes mediante un acto cumplido en la necrópolis de Bahía Blanca.

En esta oportunidad fue recordado don Severiano Salvucci, fallecido el 24 de septiembre de 1996, quien desempeñara con solvencia sus funciones de gerente general y síndico en la etapa conocida como "La Revolución del Crecimiento", hasta 1976, año en que se jubiló.

A los 14 años, habiendo completado los estudios primarios en el Colegio Sarmiento de Ingeniero White, inició una carrera laboral que sería tan extensa como variada, propia de quien ama el trabajo como una de las formas más acabadas de realización personal.

Salvucci comenzó como peón de albañil y luego en un taller de herrería, más tarde en una carpintería y hasta supo hacer de peón en Salinas Chicas. También ofició de embolsador en Ingeniero White hasta que, el 28 de octubre de 1937 accedió a su primer trabajo fijo manajando un carro repartidor de la Cooperativa Obrera.

Su destacada conducta dentro de la entidad le valió que en 1946 fuera nombrado gerente de la sucursal 3 de General Cerri y en 1947 encargado de la sucursal 5, que funcionaba en la esquina de Mitre y Rodríguez.

Así como la Cooperativa reconoció sus condiciones laborales y personales, ascendiéndolo jerárquicamente a través de su nombramiento como jefe de Expedición, sus compañeros lo hicieron con su confianza, eligiéndolo delegado gremnial, función que cumplió hasta 1950, cuando fue nombrado jefe de personal.

El 16 de marzo de 1955 pasó a ser encargado de compras, reteniendo su anterior cargo. Más tarde, el 31 de diciembre de 1962, cuando el contador Rubén Alfredo Masón elabora un plan de reestructuración del personal jerárquico, propone a Salvucci como gerente general.

Ya en esas funciones, en 1965 tuvo a su cargo la responsabilidad de organizar el primer supermercado que se inauguraría en octubre de ese año en las instalaciones de calle Belgrano.


 

























Américo Agostini.






























Severiano J. Salvucci.