Un conjunto de razones han motivado que la Cooperativa Obrera decidiera incorporar la palabra social en su tradicional eslogan de "la empresa de los propios consumidores".

Desde hace algunas semanas, los consumidores de toda la región comenzaron a percibir que los mensajes de la Cooperativa Obrera ya no estaban acompañados por su clásica frase "la empresa de los propios consumidores", ya que se había incorporado el adjetivo social para calificar a nuestra organización.

La decisión fue adoptada sobre la base de una serie de fundamentos que legitiman sobradamente este calificativo agregado al carácter empresario de la entidad y entre los cuales pueden citarse los siguientes:

- Por su naturaleza: Al tratarse de una institución cooperativa, ajena al interés de lucro que caracteriza a la generalidad de quienes actúan en el mercado, lo social está implícito en su propia constitución.

- Por su origen: Cuando sus fundadores se unieron para encontrar una solución al alto precio del pan, eran concientes de que estaban creando una entidad de característica esencialmente social.

- Por su función: Tal como lo enuncia la Alianza Cooperativa Internacional, las cooperativas no sólo satisfacen objetivos económicos de sus miembros sino también sus necesidades y aspiraciones de carácter social y cultural.

- Por su inserción: Profundamente integrada a la sociedad en la que actúa, la Cooperativa Obrera vuelca en ella todos sus esfuerzos e iniciativas en los más variados campos de interés comunitario.

Hoy en día abundan las empresas que aducen volcarse a lo social, pero si se ahonda en sus actitudes podremos encontrar que en la mayoría de los casos se trata más de un maquillaje discursivo que de una verdadera vocación solidaria. Lo social se convierte así en un concepto al que recurren las estrategias de marketing buscando un mejor posicionamiento empresario de cara a los potenciales clientes.

Peter Drucker, bien llamado el padre de la gerencia moderna, al colocar el título del capítulo 22 en su libro "La administración en una época de grandes cambios" explica con total sinceridad esa postura: "Fortalecer las organizaciones no lucrativas resultará lucrativo para nosotros"...

Pero la Cooperativa Obrera, tanto o más que cualquiera, tiene el derecho y la autoridad moral como para proclamar a los cuatro vientos su carácter de empresa social, porque se trata de una auténtica organización no lucrativa que puede exhibir con orgullo una labor de ocho décadas en beneficio de las comunidades en que ella se encuentra inserta.

Es más, cooperativa y social son dos vocablos que se hermanan históricamente. Y resulta de estricta justicia definir a esta entidad que se apresta a cumplir sus primeros ochenta años de vida como "la empresa social de los propios consumidores".