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editorial
Necesaria recordación
Mantener una cultura cooperativa requiere de la voluntad y la capacidad de recordar, rememorar, traer al presente hechos, circunstancias o figuras que la fueron moldeando y que, en más de una oportunidad, sirven de provechosa orientación o de buen espejo en el cual mirarse.
Al ingresar en el mes en cuyo último día la Cooperativa Obrera celebra su 91 cumpleaños, no podemos dejar de referirnos a aquellos 173 hoy “antiguos” fundadores, cuya modernidad, sin embargo, advertimos a cada paso.
Y ello es así porque al concebir en 1920 una entidad abierta, democrática y solidaria, demostraron una capacidad emprendedora que tuvo bríos y envergadura empresarial suficientes como para proyectarse primero a todos los barrios de la ciudad y llegar en la actualidad a 43 ciudades en cuatro provincias.
Como toda auténtica cooperativa, la Obrera nació de la decisión espontánea y libre de vecinos urgidos por una necesidad, en este caso mejorar y abaratar el aprovisionamiento del pan a la mesa familiar. Pero con miras más altas y a la vez cercanas a las demandas de toda la población, lo que permitió ir incorporando sucesivamente la distribución sin fines de lucro de los demás productos de consumo y uso cotidiano.
Sus sucesivos dirigentes y funcionarios supieron mantener el rumbo en estricta sujeción a los valores y principios que dan fundamento teórico y práctico al cooperativismo. Y tres hechos, ocurridos por coincidencia un 31 de octubre fecha que el azar determinó, cuatro años después de la fundación de la entidad, fuera declarada Día Mundial del Ahorro configuran hitos simbólicos de ese devenir.
El más lejano de ellos, en 1945, marcó la habilitación de la primera sucursal barrial, instalada en Villa Mitre; el segundo, exactamente veinte años después, representó la inauguración del primer supermercado con autoservicio que tuvo el sur argentino; y un poco más cerca, en 1984, la llegada de la entidad a la ciudad de Punta Alta constituyó uno de los pasos trascendentes de la expansión regional en la prestación de sus servicios.
Evocar a los fundadores y a quienes supieron continuar su obra es tomar ejemplo para asumir en permanente capacitación los desafíos de los nuevos tiempos, respondiendo cabalmente a la confianza que más de un millón de asociados depositan cotidianamente en esta empresa social de los propios consumidores.
nota de tapa
Ahorro: un hábito que debe inculcarse
Ahorrar constituye una virtud en la que debemos ser educados desde niños, porque es lo que nos permitirá contar en el futuro con recursos para darnos un gusto, realizar una compra
importante o enfrentar sin sofocones eventuales problemas de salud o dificultades económicas.
Durante muchísimo tiempo el ahorro fue considerado como una virtud íntimamente relacionada con la consideración del futuro, algo que diferencia a la Humanidad del resto de los seres finitos.
Esta práctica puede darse de dos maneras: reservando una parte del ingreso ordinario para ser gastada más adelante o prevenir necesidades posteriores, y restringiendo determinados consumos con ese mismo objetivo.
En un mundo lleno de tentaciones y en el que la publicidad nos orienta permanentemente al gasto, en realidad no constituye un instinto natural sino más bien un principio de conducta que se adquiere con su ejercicio, ya que consiste en la supresión del goce presente subordinando el deseo a la razón, la previsión y la prudencia.
También el ahorro está ligado a los valores de la disciplina, el sacrificio y la planificación, así como a la falta de egoísmo y la generosidad, porque no ahorramos solamente para nosotros sino que lo hacemos además en beneficio de quienes están a nuestro cargo. A su vez, este tipo de comportamiento nos lleva al uso racional de los recursos naturales, razón por la cual es necesario inculcarlo tanto en niños como en jóvenes y adultos.
Por su trascendencia, cuenta con un Día Internacional que se celebra el 31 de octubre, establecido en 1924 por un congreso mundial reunido en Milán (Italia) y oficializado por las Naciones Unidas en 1989.
El ahorro y los niños
En una sociedad donde el consumo desmedido es permanentemente alentado, resulta en ocasiones difícil que los chicos reconozcan el verdadero valor de las cosas y aprendan a cuidar el dinero. Sin embargo, resulta fundamental realizar el esfuerzo de educarlos desde muy pequeños sobre la importancia de colaborar con la economía del hogar, porque este hábito adquirido a temprana edad perdurará para toda la vida.
La tarea puede no ser tan complicada si se tiene en cuenta que desde los tres años de edad los chicos ya son capaces de identificar las monedas, comprenden que el dinero se usa para comprar y que debe guardarse en un lugar seguro. Desde ese momento se les puede enseñar sobre su significado y cómo se utiliza en la vida diaria.
Es elemental y prioritario, como en todo lo relacionado con la educación de los niños, que ellos observen el ejemplo de sus padres. También importa que estén en condiciones de diferenciar por un lado el valor de las cosas y por otro lado su precio, no sólo de las que pueden identificar fácilmente, como juguetes, dulces o ropa, sino también de otros gastos domésticos como luz, teléfono, agua, gas, etc.
Una de las primeras medidas que pueden tomarse es regalarles una alcancía y, cuando son más grandes, otorgarles una mensualidad que puede estar vinculada a alguna tarea especial dentro del hogar, distinta de aquellas que les corresponden como responsabilidad propia por ser miembros de la familia. De esta forma no sólo se ilustrarán en el empleo del dinero, sino que también
desarrollarán otras aptitudes, como tomar decisiones, fijar prioridades, compartir e interactuar con otros.
¿Para qué se ahorra?
Las causas por la cuales una persona se decide a ahorrar son múltiples. Una de las más habituales está relacionada con la previsión de riesgos o emergencias que puedan suceder en el futuro, ya sea para adquirir o refaccionar algún bien como para afrontar posibles enfermedades u operaciones.
Relacionado con esto último se encuentra la decisión de reservar parte de los ingresos actuales con vistas a la vejez, especialmente al momento de la jubilación, circunstancia que traerá aparejada una sensible merma de los ingresos en comparación con los que se obtienen durante la edad laboral.
También suele ahorrarse para enfrentar el costo de algún hecho de carácter social (un casamiento, la celebración de los quince años, una fiesta de bodas, etc.) así como para contar con una reserva que permita realizar erogaciones mayores (la compra de una vivienda o de un automóvil) o para aprovechar alguna posibilidad de inversión potencialmente rentable.
Formas de ahorrar
Existe una amplia variedad de métodos a través de los cuales la gente puede acumular una parte de sus ingresos para gastarla en el futuro, siendo las más clásicas guardar en especie o en dinero.
La primera de ellas, en su forma más simple, consiste en acumular determinados productos que van encareciéndose por la inflación, lo cual en caso de productores agrarios incluye el acopio de granos y en un sentido general el acopio de materiales de construcción e incluso de objetos que conserven su valor y puedan venderse fácilmente en caso de necesidad.
La segunda opción suele ser la favorita pero requiere sobre todo en épocas de crisis o inflación de una delicada elección en cuanto a si ahorrar en moneda local o extranjera, como así también si resulta más conveniente guardarla en el hogar, en una caja de seguridad o depositarla en alguna institución confiable, ganando en tal caso un aporte extra por los intereses que devengarán esos fondos.
Otras posibilidades de ahorro son la compra a crédito o la toma de un préstamo bancario, aunque en estas situaciones puede generarse un riesgo si disminuyen los ingresos en el futuro o tornarse muy onerosas si la tasa de interés es demasiado alta.
Racionalizar los gastos evitando compras prescindibles o adquiriendo productos más baratos o en oferta, permite estirar los ingresos y reservar una parte, del mismo modo que el uso racional de servicios como el agua, el gas y la electricidad constituye una forma de ahorro que además ayuda a preservar el medio ambiente, evitando el derroche de recursos no renovables.
Consejos para ahorrar
En primer lugar, se recomienda tomar una libreta o cuaderno y presupuestar los gastos del mes, asignando un porcentaje fijo de los ingresos para destinarlo al ahorro. Esta determinación debe respetarse sistemáticamente, por lo que habrá que evitar caer en la seducción de algunas salidas o de compras no planificadas, para lo cual puede ayudar una buena motivación, como por ejemplo destinar ese sobrante a algún gusto que se quiera dar más adelante.
Es conveniente abrir una cuenta de ahorro en la cual depositar el porcentaje establecido, ya que impide de alguna manera acceder inmediatamente a ese dinero en caso de alguna tentación. Otra buena receta es contar con una alcancía, en la que pueden ir guardándose las monedas sobrantes.
También resulta importante ser cuidadoso en la utilización de las tarjetas de crédito, porque no tener que abonar de inmediato la compra puede devenir en una tentación que lleve a adquirir algo superfluo, contrayendo obligaciones superiores a lo que permite el ingreso familiar.
Finalmente, un método que coadyuva al ahorro es controlar los gastos hormiga, es decir aquellas pequeñas compras que se hacen a diario sin mucho análisis por tratarse de importes chicos, pero que sumados representan a lo largo del mes una cantidad significativa.
testimonio
Lavand: sinónimo de atletismo en La Pampa
Oriundo de General Acha, ciudad donde continúa residiendo, Juan Carlos Lavand es considerado el atleta más importante de la provincia de La Pampa, gracias a los numerosos triunfos obtenidos en su dilatada trayectoria deportiva.
Los orígenes del maratón, prueba atlética de resistencia que a nivel olímpico consiste en correr una distancia de 42.195 metros, se remontan al año 490 antes de Cristo. Según la historia tradicional, fue cuando el soldado Filípides recorrió raudamente una distancia similar para trasladarse hasta Atenas y anunciar el triunfo de los griegos sobre los persas en la batalla de Maratón, cayendo muerto luego de ese esfuerzo.
La primera competencia de este tipo tuvo lugar en las Olimpiadas del año 1896 en Atenas, con un recorrido de 40 kilómetros. A partir de ese momento, el (o la) maratón (ambos géneros son gramaticalmente aceptados) se convirtió en la prueba que clausura todos los torneos de atletismo, incluidos los Juegos Olímpicos.
Dos santafesinos, Juan Carlos Zabala (1932, Los Ángeles) y Delfo Cabrera (1948, Londres), han sido los únicos atletas latinoamericanos que pudieron obtener la medalla de oro en esta prueba olímpica, concretando su hazaña por casualidad un 7 de agosto, motivo por el cual esa jornada fue designada en nuestro país Día del Maratonista.
Cabe acotar que dentro de muy poco, el 11 de octubre, se cumplirá un siglo del nacimiento de Zabala, “el Ñandú Criollo”, oriundo de Rosario.
Precisamente el maratón fue la principal meta que tuvo en mente Juan Carlos Lavand para desarrollar su carrera deportiva. Nacido en General Acha el 6 de enero de 1950, es considerado el máximo exponente del atletismo en su provincia, a tal punto que lleva su nombre la importante competencia atlética que anualmente se lleva a cabo con motivo del aniversario de su ciudad natal.
Con él conversó la revista Familia Cooperativa para conocer detalles de su trayectoria atlética.
¿Cómo fueron sus comienzos en el atletismo?
Comencé corriendo en intercolegiales en el año 1962 en representación de la Escuela Nº 11 de General Acha. Posteriormente, aún siendo menor, participé en carreras de medio fondo 500 y 1.500 metros y pude obtener el título de campeón pampeano. Ya en la categoría juvenil, vuelvo a campeonar en 800, 1.500, 3.000 y 5.000 metros, estableciendo en esta última distancia el récord provincial. También logré títulos en 10.000 y 21.000 metros.
¿Qué lo llevó a elegir el maratón como su disciplina favorita?
Tal como comenté, en mis inicios tomé parte en competencias más cortas, pero con el tiempo me animé a recorrer mayores distancias hasta culminar con los 42 kilómetros, que es el sueño de todo atleta. Llegué a esto por una condición natural, ya que me resultaba mucho más fácil correr 10.000 metros que 100. Por eso fui fondista.
¿En qué año partió para Buenos Aires y por qué tomó esa decisión?
En 1967 Delfo Cabrera visitó la provincia de La Pampa en compañía de otro gran maratonista argentino, Reinaldo Gorno, ganador en 1952 de la medalla de plata en los juegos olímpicos de Helsinki. En ese viaje me conocen y me invitan a trasladarme a Buenos Aires para entrenar en el Parque Chacabuco bajo la dirección de un inolvidable maestro de atletas: don Francisco Mura.
¿Qué carreras recuerda como sus principales logros?
En realidad fueron muchos los éxitos conseguidos a lo largo de mi trayectoria deportiva, entre ellos dos subcampeonatos argentinos de mayores sobre 42 km. También me acuerdo de las victorias obtenidas en los 30 kilómetros “Padre Buodo” en General Acha, en la maratón del club Villa Mitre de Bahía Blanca y en la maratón “Fiesta de la Manzana” en General Roca, por entonces una de las más famosas pruebas del país. Además participé en 1981 en la tradicional carrera de San Silvestre, que se realiza en San Pablo (Brasil), y en 1983 corrí la maratón de México.
¿Cuál fue su última carrera y por qué dejó de correr?
Mi última competencia fue en Bahía Blanca en 1989: la maratón de La Nueva Provincia, donde gané en la categoría Preveteranos. Después abandoné la práctica deportiva al sufrir una seria lesión en el tendón de Aquiles, lo que me impidió seguir entrenando y llegar al objetivo de correr una ultra maratón, como se denomina a las pruebas cuyo recorrido es de 50 kilómetros o más.
¿En la actualidad continúa ligado a la actividad deportiva?
Sí, lo hago integrando la Comisión Municipal de Deporte de General Acha.
¿Qué siente cuando desde hace varios años en su ciudad se corre la Maratón Aniversario que lleva su nombre?
Es algo muy difícil para un atleta que corrió durante 27 años ser espectador de una carrera. Y mucho más aún cuando la competencia se disputa como homenaje a su figura y forma parte de los actos conmemorativos del aniversario de su ciudad natal.

Juan Carlos Lavand
noticias
En su aniversario, la Coope regala un millón de pesos
La tradicional Promoción Aniversario de la Cooperativa Obrera totaliza este año un millón de pesos en premios y beneficiará a 5.000 asociados en todas las sucursales de la entidad.
Como sucede cada año, al aproximarse el aniversario de la fundación de la Cooperativa Obrera, la entidad ha puesto en marcha una nueva e interesante promoción comercial en su amplia cadena de supermercados que ya suma 95 eslabones.
En esta oportunidad, la duración de la promo se extenderá por 63 días, desde el 30 de septiembre hasta el 1 de diciembre, ambos inclusive, y son millares los artículos cuya compra da derecho a participar en los sorteos previstos.
La mecánica del concurso es muy simple: en el momento que el consumidor abona su compra, la cajera le hará entrega de un cupón por cada 4 productos auspiciantes que integren su tique. Pero en caso que el producto auspiciante corresponda a la sección de artículos del hogar, recibirá un cupón por cada $ 50.
Finalmente, si la adquisición beneficiada con cupones se cancela utilizando las tarjetas de crédito Coopeplus, BBPS, Visión Card o Visión Plus, el asociado obtendrá un cupón extra. En todos los casos, el límite por tique será de 30 cupones.
Los sorteos
El asociado deberá completar cada cupón con los datos personales que se requieren en el mismo y luego depositarlo en la urna habilitada al efecto en cada sucursal.
Con los cupones que se vayan acumulando en dicha urna se llevarán a cabo tres sorteos, cuyas fechas han sido establecidas de manera uniforme para todas las sucursales: los días 31 de octubre (coincidiendo con el 91º aniversario de la entidad), 16 de noviembre y 1 de diciembre.
El total de premios instituidos suman 5.000 y consisten en órdenes de compra de $ 200. Cada ganador recibirá además, junto con la orden y dentro una esfera de acrílico, una de las ecobolsas de edición limitada especialmente confeccionadas en diferentes tonalidades que respetan los siete colores del arco iris integrantes del emblema del cooperativismo.
Ya funcionan tres nuevas sucursales de la Cooperativa Obrera
Con la habilitación de tres nuevos supermercados, la Cooperativa Obrera ya cuenta –al comenzar el mes en que se celebra su 91º aniversario– con un total de 95 sucursales, a las que debe agregarse la número 93 que se encuentra en avanzada construcción en la esquina marplatense de Avenida Constitución y Montes Carballo.
En Centenario
Ubicada unos 15 kilómetros al norte de la capital provincial y separada por el río Neuquén de la rionegrina Cinco Saltos, la ciudad de Centenario ha experimentado en la última década un explosivo crecimiento poblacional, superando en la actualidad los 40.000 habitantes.
Allí, desde hace cuatro años, la Cooperativa Obrera contaba con cinco sucursales al haberse hecho cargo de la cadena de supermercados “Ganador”. Ahora, los
propietarios de los dos supermercados “Della Gaspera”, frente a las dificultades que les acarreaba la concentración empresaria que se viene dando en el supermercadismo argentino, ofrecieron concesionar su explotación a nuestra entidad.
Es así que a partir del miércoles 21 de septiembre están funcionando –como sucursal 95 y 96 de la Cooperativa, respectivamente– el supermercado de Canadá 835,
emplazado en el Barrio Sarmiento, principal núcleo poblacional de Centenario, y el de Ing. Ballester 383, situado en el área Central de esa ciudad.
El establecimiento de calle Canadá dispone de un área de ventas de 802 m2, ocho cajas registradoras y atención personalizada en carnes y panificados, con producción propia de estos últimos productos. La dotación de personal, a cargo de María Vanesa Narváez, asciende a 37 empleados.
En tanto, el supermercado de la calle Ing. Ballester tiene un área de ventas de 369 m2, cinco cajas registradoras y atención personalizada en carnes. Trabajan en el mismo 17 empleados, bajo la conducción de Orlando Daniel Cardozo.
Cabe mencionar que del total de 52 empleados que suman las dos nuevas sucursales, 50 ya se encontraban trabajando en la firma “Della Gaspera”, lo que traduce la preocupación de la Cooperativa Obrera por mantener íntegra la fuente de trabajo que representaban esos supermercados.
En Henderson
Cabecera y centro urbano que concentra un noventa por ciento de la población del partido bonaerense de Hipólito Yrigoyen, la ciudad de Henderson cuenta actuamente con unos 9.000 habitantes y dista poco más de 300 kilómetros de Bahía Blanca, trayecto que se cubre tomando la ruta nacional 33 hasta Guaminí, luego la provincial 65 hasta Daireaux y un tramo final de 30 km por la provincial 86.
En esta ciudad, a la que hizo popular el ex futbolista de la selección argentina Claudio Paul “El Pájaro” Caniggia, quien nació en ella en 1967, funcionaba el supermercado “Qual”, cuyos propietarios –cansados por el exigente trabajo que demanda gestionar un establecimiento de estas características y conocedores de las condiciones laborales que brinda nuestra entidad– decidieron ofrecerlo en concesión a la Cooperativa Obrera.
De este modo, a partir del 1 de octubre funciona en calle Florida 537 de Henderson la sucursal 94, que cuenta con un área de ventas de 542 m2, cuatro cajas registradoras y atención personalizada en fiambres, quesos, carnes, panificados y rotisería de producción propia.
La dotación de personal, comandada por Juan Carlos Sarrat, suma 22 empleados, 19 de los cuales son los que ya estaban trabajando en la anterior
firma.
Segundo Salón de Pintura y Escultura
Hasta el 25 de septiembre permaneció habilitada la exposición correspondiente al 2º Salón Anual de Pintura y Escultura que organizaran en forma conjunta la Cooperativa Obrera y el Bahía Blanca Plaza Shopping, en cuyo Salón de Usos Múltiples tuvo lugar el acto de inauguración de la muestra el lunes 12 del mismo mes.
El jurado, integrado por los artistas plásticos Alfredo Azcona, Jorge Batista y Laura Chilindro, seleccionó para su exhibición 21 de las 82 obras pictóricas recibidas y las 19 esculturas presentadas, adjudicando los siguiente premios:
Pintura: 1º premio adquisición ($ 4.500): “La bella durmiente 2” (Diego A. Gabotto); 2º premio: “Geometría sobre blanco” (Carlos A. Milozzi); Primera mención: “La fuente del bebedero” (María C. Magide); Premio juvenil: sin título (Facundo Molina Martínez).
Escultura: 1º premio adquisición ($ 4.500): “Abriendo el paraguas” (Adrián Privitello); 2º premio: “Complejo de Narcisa” (Guillermo J. Pomies); Primera mención: “Facebook” (Francisco Gennari); Mención especial: “La Magdalena feliz” (Germán A. Aceituno); Premio juvenil: “El transitar de las musas” (Virginia A. Troncoso)..
Merecido homenaje
Acogiendo una iniciativa de los vecinos del Barrio Napostá, el 25 de agosto el Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca declaró “Vecino Ejemplar” a don Angel Pilotti, ex presidente de la Cooperativa Obrera y destacado dirigente del cooperativismo, del fomentismo y del socialismo local, quien falleciera el 16 de julio pasado.
Para referirse a la gran vocación de servicio a la comunidad que expuso don Angel a lo largo de sus 92 años de vida, hablaron los concejales Edgardo R. Ayude (Integración Ciudadana), Oreste E. Retta (UCR) y Ana C. Civitella (FPV-PJ), así como la presidenta del cuerpo, señora Marta N. Castaño (FPV-PJ). Por último, le fue entregado un objeto recordatorio a su hija Laura, quien se encontraba presente en la sesión junto a una numerosa cantidad de cooperativistas y vecinos.
También en el HCD bahiense tramita un expediente para designar con su nombre a la plazoleta ubicada en 19 de Mayo y Florencio Sánchez, epicentro del Barrio Napostá y frente a la cual residiera durante más de seis décadas el señor
Pilotti.
Solidaridad
Un total de $ 113.488,18 –fruto de más de 340.000 pequeños aportes de los consumidores– recaudó el Redondeo Solidario llevado a cabo entre el 26 de septiembre y el 11 de octubre en todas las sucursales de la Cooperativa Obrera a beneficio de Martín Renzacci.
Como se sabe, este joven oriundo de Bahía Blanca fue afectado en Australia, durante su viaje de bodas, por la severa enfermedad neurológica denominada Síndrome de Guillain-Barré, cuyo tratamiento en ese país y traslado a su patria le resultó enormemente oneroso.