OCTUBRE 1999
|
|
79 años en defensa del consumidor
Sin perder nunca su irrenunciable condición de empresa económica y social, la Cooperativa Obrera redobla sus esfuerzos para mantener y robustecer aquel ideario que le diera origen el 31 de octubre de 1920.
Corría el año 1920 y la población de Bahía Blanca mostraba gran preocupación por el abusivo precio de venta del pan. Mientras que algunos sostenían que la Municipalidad debía encarar la fabricación de este producto, otros abogaban por pedir su elaboración en la Base Naval de Puerto Belgrano.
Fue entonces cuando un grupo de pioneros encabezado por Juan Apella y Víctor Roque Maronna decidió promover soluciones cooperativas a los problemas comunitarios.
El 1 de agosto de ese año se reunieron en Bravard 844, vivienda del primero, para dejar conformada una "Comisión de Estudios pro fundación de la Cooperativa Molinera, Panadera y Anexos". Tras varias reuniones y asambleas, el domingo 31 de octubre, en el local del Centro Israelita, 173 vecinos resolvieron constituir la Cooperativa Obrera Limitada con la finalidad de adquirir trigo, molerlo, panificarlo, elaborar sus derivados y distribuirlos entre sus asociados sin fin de lucro.
Desde el 1 de mayo de 1922 el vital producto, que era vendido a 50 centavos el kilo, pudo ser adquirido por los bahienses a sólo 23 centavos gracias a la producción del horno construido por los propios consumidores en España y Santa Fe.
A tan sólo 10 meses de inaugurar sus actividades productivas, y demostrando que el cooperativismo busca no sólo el mejoramiento económico de sus miembros, sino también su elevación moral y cultural, comienza a editarse "La Cooperación", una revista de difusión doctrinaria que se continúa en estos días con "Familia Cooperativa".
En 1928, como la insuficiencia de capital resultaba uno de los principales obstáculos, los asociados resolvieron habilitar un sistema de cuentas personales de ahorro para fortalecerla financieramente.
EL ALMACÉN
Con la panificadora en pleno ascenso, una fideería puesta en marcha en 1927 y ya incorporados los rubros leña, carbón y papas, los asociados reclamaban que la Cooperativa iniciara la distribución del resto de los productos comestibles.
El pedido fructificó en 1932, cuando se cumplía exactamente una década de la habilitación de la panadería, la Cooperativa Obrera habilitó su almacén en el edificio construido en calle España al 700. Así se inició la que sería con el correr de los años su principal actividad, ampliando a los rubros fundamentales de la canasta familiar su acción reguladora de precios en el mercado.
A partir de 1937 comenzaron a abrirse las primeras sucursales: Ingeniero White, Villa Mitre, General Cerri, Barrio Noroeste y centro de la ciudad.
SUPERMERCADOS
Desde 1949 la principal sucursal de la Cooperativa Obrera funcionó en el amplio local construido para albergar el Almacén Inglés, y fue en 1965 cuando el histórico inmueble se convirtió en el primer supermercado con autoservicio de la ciudad.
En 1974 la entidad puso en marcha un ambicioso plan de desarrollo para reformar y ampliar todas sus sucursales, que en ese entonces eran diez, afianzando su presencia en nuevos sectores de Bahía Blanca y localidades de la zona.
Al iniciarse la década del '80 la imagen de la Cooperativa era la de una empresa moderna y pujante, con una alta participación en el mercado de la comercialización de alimentos. Reunía casi 50 mil asociados y contaba con algo más de 300 empleados.
Por entonces decidió emprender una nueva etapa, la industrial, con la habilitación de una moderna planta panificadora, retomando la actividad que le diera vida, y luego con la incorporación del Frigorífico Cabildo. Al mismo tiempo se abrieron nuevas sucursales y una gran tienda departamental conocida como el Centro de Compras.
NUEVOS DESAFÍOS
Hoy nuevos desafíos la obligan a redoblar esfuerzos, en medio de un panorama signado por la globalización y concentración empresaria.
Las más importantes cadenas internacionales se han instalado en la Argentina y tres de ellas estan presentes en la zona de actuación de la Cooperativa Obrera, entidad que aspira a consolidarse como una de las empresas regionales más importantes del país.
En ese marco fue aumentado a 48 el número de sucursales, se creó la marca propia y se inició la era de las grandes superficies de venta con la habilitación de tres hipermercados, dos en la ciudad de Bahía Blanca y otro en Azul.
También a la par de su prolífica acción social, educativa y cultural, la Cooperativa Obrera puso en marcha el Círculo de Consumidores, iniciativa creada con el objetivo de ampliar la participación protagónica de los vecinos y reafirmar su esencia de empresa de los propios consumidores, plena de contenidos éticos y conducta transparente.
|
|
|
|
 Juan Apella.
 Víctor R. Maronna.
|