SETIEMBRE 2000 ACCIONES PREVIAS






LA GESTACION DE
NUESTRA COOPERATIVA

Con el objetivo de hacer frente a la especulación que afectaba a los hogares bahienses de menores recursos, un grupo de vecinos comandados por Juan Apella y Víctor Roque Maronna decidieron encontrar una solución con esfuerzo propio y ayuda mutua.

Transcurría 1920 cuando la población bahiense mostraba gran preocupación por el abusivo precio de venta del pan y, mientras algunos sostenían que el Municipio debía encarar la fabricación del vital producto para los hogares de menores recursos, otros abogaban por requerir la colaboración de la planta panificadora que funcionaba en la Base Naval de Puerto Belgrano.

Fue entonces cuando don Juan Apella y Víctor Roque Maronna, preocupados por la incidencia que este alimento básico representaba en el presupuesto de las familias obreras, maduraron la idea de crear una cooperativa molinera y panadera que permitiera abaratar el costo de este producto.

La iniciativa encontró eco favorable en un ambiente eminentemente obrero como los talleres del Ferrocarril Bahía Blanca - Noroeste, donde don Juan se desempeñaba desde hacía 15 años. Por entonces, el joven Maronna era novio de una de las hijas de Apella.

El esfuerzo de estos precursores se vio coronado cuando el 1 de agosto de 1920 un grupo de vecinos, en su mayoría humildes trabajadores, se reunió en la casa de Apella, Bravard 844, para dejar conformada una comisión de estudios pro fundación de la Cooperativa Molinera, Panadera y Anexos.

En el encuentro quedó puesto de manifiesto el malestar existente en las familias proletarias ante lo que Maronna definiría como "la especulación sin freno que los acaparadores realizaban en todos los ramos hasta conseguir que los artículos que necesitamos para llenar las necesidades más apremiantes de la existencia, ahora los consideramos artículos de lujo por hallarse sus precios fuera de nuestro alcance".

Luego de tres reuniones el grupo elaboró un informe que fue presentado el domingo 29 a las cuarenta personas congregadas en el mercado que funcionaba en la esquina de calle Atacama (hoy Almafuerte) y Holdich.

En otro encuentro realizado el 19 de setiembre se resolvió convocar para el domingo 3 de octubre una asamblea preliminar a la que concurrió medio centenar de adherentes y donde se nombró el Comité de Propaganda que estaría encargado de preparar la Asamblea Constitutiva de la Cooperativa Obrera Limitada (Panadera, Molinera y Anexos).

La estrategia de Maronna tenía visos realmente optimistas: pensaba que la entidad podría funcionar con su molino propio y si se conseguían mil familias adherentes que consumieran tres kilos de pan por día, el objetivo estaría resuelto. A las 15 horas del domingo 31 de octubre de 1920, en el local del Centro Israelita, ubicado en calle Moreno 69, se declaró abier-ta la sesión con la presencia de 173 vecinos.

Maronna dijo que el objeto de la asamblea era "constituir una cooperativa ajena a tendencias políticas y religiosas, con la finalidad de adquirir trigo, molerlo, panificarlo, elaborar sus derivados y distribuir los productos entre sus asociados sin miras de lucro".

Así fue como nació la Cooperativa Obrera, una entidad que con el correr de estos primeros 80 años jamás se separó de los postulados profundamente humanistas de la doctrina que la inspira.


Los pioneros: Juan Apella y Víctor Roque Maronna.