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Teté Coustarot, la embajadora de Río Negro

Nacida en General Roca, la ex modelo Teté Coustarot conjuga belleza con inteligencia, condiciones ambas que, sumadas a su natural simpatía, la han llevado a ser elegida como 
la imagen turística de su provincia natal.

Se llama Stella Maris Coustarot pero todo el mundo la conoce como "Teté", la chica que a los 16 años dejó su General Roca natal para estudiar periodismo en la Universidad Nacional de La Plata.
Poco después, confirmando que los jurados no se habían equivocado al coronarla Reina Nacional de la Manzana, cuando participó como representante del Club El Progreso, la entidad donde junto a sus hermanas practicaba deportes, fue elegida en Mar del Plata Miss Siete Días.
A partir de allí comenzó una exitosa carrera como modelo y años más tarde como conductora televisiva (Siglo XX Cambalache, entre otros recordados ciclos) y presentadora de noticias.
Ahora es la imagen turística de su querida provincia de Río Negro y, según reconoce en diálogo con "Familia Cooperativa", esta nueva tarea la llena de satisfacción.
"Es realmente placentero poder hacer algo representando a un lugar que amo y añoro con enorme cariño. Siempre agradezco haber nacido ahí", nos dice Teté.
-¿Qué le dejaron aquellos primeros años en Roca? 
-Fue una etapa que recuerdo con muchísimo placer y me encanta evocarla cuando me encuentro con amigos y amigas. Allí fueron mis primeras fiestas y salidas, las escapadas al río y el momento de decidir qué carrera seguir cuando terminara la secundaria. Me incliné por el periodismo porque me gustaba dado la cantidad de materias humanísticas que tenía el plan de estudios. Ahora no tengo familiares directos en General Roca, pero me siento parienta de todo el mundo porque cuando alguien me dice que es de Roca trato de rastrearlo y termino conociendo a la familia.
-¿Cómo ve a la mujer argentina hoy ?
-En la crisis del 2001/2002 fue la gran protagonista, no bajó los brazos jamás, actuó creativamente estableciendo los clubes del trueque y muchas salieron a buscar trabajo. Me siento orgullosa de todas las mujeres argentinas porque fueron la clave para salir de esa gran crisis. Realmente son heroicas.
-¿Y en cuanto al país?
-Somos una nación bastante cíclica: atravesamos situaciones difíciles y es maravilloso cómo nos recomponemos. Igual creo que hay una gran deuda pendiente con la enorme cantidad de gente que está excluida del sistema y, en la medida en que no se preste atención a eso y no se trabaje para modificarlo, cualquier situación buena o floreciente siempre va a quedar opacada por esa especie de deuda interna.
-Muchas mujeres la admiran porque, además de su inteligencia y éxitos profesionales (ya lleva ganados seis Martín Fierro), conserva intacta su belleza. ¿Cuál es la fórmula?
-En lo intelectual quizás sea porque soy una eterna curiosa e interesada en todo. En cuanto a la belleza, pienso que es un don que viene, uno no hace nada, pero como todos los dones hay que merecerlos. En mi formación nunca se le dio importancia al tema de la belleza, sino a la formación intelectual. Sería más que tonta si no aprovechara o fuese agradecida por lo que Dios me dio. Mirtha Legrand me dice siempre: "vos podrás ser linda e inteligente, pero nunca nadie te va a perdonar que comas y no engordes".