Miembro de una familia estrechamente ligada a la creación de la Cooperativa Obrera, Jorge Maronna dejó Bahía Blanca cuando era muy joven para estudiar medicina en la Capital Federal. Sin embargo, poco después encontraría en la música su verdadera vocación.
Con tan sólo 19 años fue miembro fundador de Les Luthiers, uno de los más brillantes grupos artísticos de nuestro país, y a partir de allí alcanzaría el reconocimiento no sólo del público argentino, sino también de exigentes auditorios internacionales.
Con sus flamantes sesenta años, Maronna disfruta ahora de una existencia cargada de éxitos y piensa en un futuro no menos promisorio.
-Desde el punto de vista artístico, ¿que significó Bahía Blanca en su formación?
-Bahía es la ciudad de mi infancia y adolescencia. Allí empecé a estudiar guitarra con Vito Stigliano y con algunos compañeros del colegio formé un grupo folclórico, "Los coyuyos".
También canté en el Coro de la UNS dirigido por José Luis Ramírez Urtasun, lo que me permitió conocer en un festival el Coro de Ingeniería, donde después nacería Les Luthiers.
-¿Sigue manteniendo contacto con su ciudad natal?
-Últimamente regreso a Bahía cuando actuamos con Les Luthiers y lo disfruto mucho. Visito a mis primos y suelo hacer un recorrido por los lugares de mi época: mi casa de la avenida Colón, la escuela número 2, el Colegio Nacional, el Parque de Mayo, la Sociedad Sportiva, los viejos cines.
Me gusta el aire y la luz de la ciudad, pero en los últimos viajes me sobresaltó el tránsito rápido y nutrido del centro, porque me había quedado con el recuerdo del tránsito amable de mi infancia.
-Usted es sobrino de Víctor Roque Maronna, quien junto a don Juan Apella, en 1920, impulsó la fundación de la Cooperativa Obrera. ¿Aún hoy recuerda a la entidad?
-Tuve poco contacto con mi tío Roque porque cuando nací él ya no vivía en Bahía Blanca, pero en la familia es evocada con orgullo su participación en la creación de la Cooperativa.
-¿La idea de formar Les Luthiers surgió antes de dejar Bahía Blanca o fue algo que nació en Buenos Aires? ¿Es cierto que el nombre del grupo fue idea suya?
-En su primera versión el grupo nació en el coro de Ingeniería de Buenos Aires, en 1965, como una broma para una fiesta. En 1967 cuatro miembros nos separamos de ese grupo para formar Les Luthiers.
El nombre fue, en efecto, propuesto por mí. Una palabra rara, que nos obligó durante mucho tiempo a explicar qué significaba (personas que fabrican instrumentos musicales de cuerdas).
-Además de Les Luthiers ha acompañado a otros músicos muy prestigiosos, ¿podría darnos algún otro detalle de esas actuaciones?
-Durante varios años acompañé en guitarra a muy buenas cantantes; entre ellas Dina Rot, Lucía Maranca y María Elena Walsh. También integré un grupo de música antigua.
-Como autor de varios libros, ¿puede decir que escribir es su otra gran pasión?
-Escribí cuatro libros de humor -"Cantando bajo la ducha", "El sexo puesto", "El tonto emocional" y "Parapapá"- en colaboración con Daniel Samper Pizano. y una novela, Copyright, con Luis Pescetti. La escritura es para mí una actividad lateral que me da placer y diversión.
-¿Qué podemos esperar en el futuro de Les Luthiers?
-El grupo está en un momento muy bueno. Nuestro público continúa creciendo y nosotros seguimos escribiendo espectáculos. En septiembre estrenaremos un nuevo show, Lutherapia. Y seguiremos trabajando mientras podamos, porque Les Luthiers es algo único y nos da enormes satisfacciones.