El valor
de la confianza La confianza es una base muy importante en cualquier relación. Ella se expresa en múltiples maneras y se esperanza firmemente en personas, en empresas y aún en cosas que confieren alguna forma de seguridad respecto a que los acontecimientos se desarrollarán de acuerdo a lo deseado, alcanzando dimensiones espirituales en la fe religiosa.
Esta actitud del que confía permite al ser humano, entre otras cosas, asumir esfuerzos que trascienden su limitada existencia, fiándose en que el valor de la causa abrazada justifica aplicar su dedicación con el entusiasmo que es propio de los grandes ideales.
La Cooperativa Obrera es, en tal sentido, fruto de la confianza en las propias fuerzas de los consumidores organizados y en las virtudes de la ayuda mutua, capaz de incluir a todos sin discriminación alguna y de hacer de la práctica activa de la solidaridad una alternativa válida para obtener servicios sin ánimo de lucro.
Para poder avanzar durante más de ocho décadas en ese camino, muchas veces lleno de dificultades e incomprensiones, en contextos económicos de grave crisis y manifiesta corrupción y deslealtad, la entidad observó siempre una conducta ceñida a valores y principios de universal aceptación.
Es por ello que cuando su actuación se rige por las normas de una ética exigente, las personas y las empresas como la Cooperativa Obrera no defraudan, demostrándolo todos los días y en todas las épocas, lo que les permite inspirar una fundada confianza.
Confianza que constituye el capital más preciado de nuestra entidad y que ha quedado explicitada en una frase donde se resume el pensamiento de la población mayoritaria que la frecuenta: "¡Qué bueno es tener en quien confiar!".
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