
Rafael Emilio Santiago (*)
Esperanzas y excelencias
Deslumbrado por el gigantismo de los Juegos Olímpicos y el peculiar estilo catalán de Barcelona, tuve que arrimarme a dos deportes de exhibición para escuchar el himno nacional.
Los hermanos Ross –como se suponía– arrasaron con la pareja francesa en pelota y el equipo nacional de hockey patín venció, ahí nomás, al local en un épico tiempo adicional, a estadio lleno. Fue en 1992.
No eran oros de estadística general, sólo deportes invitados. Es que para ser olímpico, un deporte para hombres demanda competencia activa en 75 países de cuatro continentes. De esos oros no tenemos uno hace 52 años...
Muchos creen que esta es la oportunidad. Tenemos gente capaz que va por su tercera olimpíada y algunos aún por la cuarta o quinta, como Moreyra o Curuchet.
Llevamos campeones mundiales en ejercicio: Las Leonas, Krukover, Curuchet-Pérez. Algunos con chance de serlo: Meolans y Correa, otros que miran el podio con familiaridad, como los muchachos del basquetbol o el fútbol, Coria, Gaudio y la más fija de todas: Espínola-Lange, vela, clase Tornado. No es poco para un país de estadísticas estremecedoras como el nuestro.
Los tres primeros en lo que sea suben al podio. Del 4º al 8º reciben diploma de aptitud. Nunca sumamos más de siete medallas en una olimpíada. Desde París 1924, cuando el boxeador Pedro Quartucci fue el primero en colgarse un metal de premiación en el pecho (medalla de bronce).
No es ni será sencillo. Piense que el último en Atenas 2004 probablemente sea el mejor de lo suyo en alguna parte del mundo.
(*) Periodista bahiense que cubrió las tres últimas Olimpíadas y concurrirá a Atenas.
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LOS JUEGOS OLIMPICOS RETORNAN
A SU CUNA
Iniciadas en el siglo VIII A.C. y abolidas en el año 396 por el emperador Teodosio, el renacimiento de las Olimpiadas tuvo lugar en Atenas, quince siglos después, gracias al Barón de Coubertin. Ahora, entre el 11 y el 29 de agosto volverán a disputarse en la capital griega.
Si bien los primeros juegos olímpicos distan mucho de los actuales, su esencia sigue siendo la misma que los que se iniciaron en el año 776 antes de Cristo, en la localidad griega de Olimpia, ubicada en la península del Peloponeso.
La idea original habría partido de un hombre llamado Oxilos, aunque empezaron a celebrarse por iniciativa del rey Ifitos de Élida, después que éste llegara a un acuerdo con sus rivales, Licurgos rey de Esparta y Clistenes rey de Pisa, para garantizar la paz durante el evento. Ifitos decidió organizar una carrera de 192,27 metros, distancia que equivale exactamente a la medida griega de un estadio.
Si bien el único premio a la victoria era la corona de ramas de olivo, llamada "cotinus", también se sabe que los atletas ganadores recibían ayuda material de los poderosos de la época. Con el tiempo, el laurel sustituiría al olivo, aunque la costumbre de la corona confeccionada con vegetales permaneció hasta 1960, año en que se introdujeron las medallas de oro, plata y bronce.
Las modalidades deportivas de los juegos antiguos eran el Pentatlón que estaba compuesto por lanzamientos de disco y jabalina, salto de longitud, carreras y lucha; boxeo, carreras de carro, equitación y pancracio (mezcla de boxeo y lucha).
Estaban muy bien organizados ya que unos meses antes del torneo se enviaban mensajeros oficiales por toda Grecia para anunciar la fecha exacta de la competencia.
Las pruebas se celebraban cada cuatro años y duraban un día, coincidiendo siempre con la segunda o tercera luna llena después del solsticio de verano.
Cuando las polis griegas entraron en decadencia, los Juegos también empezaron a decaer. Roma se los llevaría al corazón del nuevo imperio seis décadas después de haber conquistado Olimpia, en el año 80 antes de Cristo.
Las competencias siguieron celebrándose e, incluso, adquirieron un perfil más internacional, por cuanto tomaban parte en ellas atletas de todos los lugares del mundo latino. Sin embargo, perdieron sentido cultural para pasar a ser únicamente un torneo deportivo.
Tras haberse celebrado durante 1.172 años, a lo largo de 294 ediciones, el emperador Teodosio abolió los juegos, declarándolos ilegales en el año 396 después de Cristo, por considerarlos paganos, por cuanto el cristianismo ya había sido declarado religión oficial del imperio.
El renacimiento
El resurgir olímpico se inició en 1896, cuando se llevaron a cabo los primeros Juegos Olímpicos en Atenas, Grecia, con la asistencia de 245 atletas de 13 naciones.
Su gran percusor y fundador fue Pierre de Freddy, Barón de Coubertin, quien formó el Comité Olímpico Internacional en 1894 en París y realizó numerosos aportes al ceremonial, como el traslado de la antorcha olímpica y la creación de la bandera con los cinco anillos entrelazados de color azul, amarillo, negro, verde y rojo que representan la unión de los cinco continentes por el deporte.
Paticipación argentina
Entre 1924 y 2000 los deportistas argentinos obtuvieron 13 medallas de oro, 24 de plata y 18 de bronce en las dieciséis ediciones de las que tomaron parte.
La primera presea dorada fue conseguida por el equipo de polo que participó en los juegos de París 1924, mientras que el boxeo fue la especialidad que llegó más veces (7) a lo alto del podio, siendo los últimos Pascual Pérez (mosca) y Rafael Iglesias (pesado), en Londres 1948.
Las restantes
Las sedes
Después de Atenas (1896), las sucesivas ediciones de las Olimpíadas se realizaron en París (1900), Saint Louis (1904), Londres (1908), Estocolmo (1912), Amberes (1920), París (1924), Ámsterdam (1928), Los Angeles (1932), Berlín (1936), Londres (1948), Helsinki (1952), Melbourne (1956), Roma (1960), Tokio (1964), México (1968), Munich (1972), Montreal (1976), Moscú (1980), Los Angeles (1984), Seúl (1988), Barcelona (1992), Atlanta (1996) y Sydney (2000). Los Juegos de 1916, programados en Berlín, se suspendieron a causa de la Primera Guerra Mundial, mientras que también por el factor bélico no se llevaron a cabo los Juegos de 1940 (asignados a Tokio y reasignados a Helsinki cuando Japón invadió China) ni los de 1944 (previstos en Londres).
Este mes 21.000 atletas representando a 199 países llegarán a Atenas y en setiembre lo harán los 6.000 deportistas inscriptos en la 12ª edición de los Juegos Paralímpicos de discapacitados. Dentro de cuatro años la sede será Pekín y para el 2012 la elección debe recaer en París, Madrid, Londres, Nueva York o Moscú, que puntuadas en ese orden desplazaron en la primera vuelta a Leipzig, Río de Janeiro, Estambul y La Habana.medallas de oro fueron ganadas por los maratonistas Juan Carlos Zabala y Delfor Cabrera, en Los Angeles 1932 y Londres 1948, respectivamente, el nadador Alberto Zorrilla en los 400 metros libres de Amsterdam 1928, el equipo de polo en Berlín 1936 y los remeros Eduardo Guerrero y Tranquilo Capozzo, quienes en Helsinki 1952 lograron la presea dorada en la prueba 2.000 metros con doble par de remos cortos.
El fútbol sólo ganó dos medallas de plata (Amsterdam 1928 y Atlanta 1996), mientras que el tenis llegó al mismo peldaño con Gabriela Sabatini (Seúl 1988) y el equipo femenino de hockey sobre césped en Sidney 2000.
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