Durante tres inolvidables horas en las que abundaron destacados números artísticos, el Teatro Municipal de Bahía Blanca se vistió de gala para conmemorar las bodas de plata del Coro de Niños de la Cooperativa Obrera.

Era la hora anunciada del concierto y no cabía un alma en el Teatro Municipal, que el sábado 8 de noviembre lucía como en sus mejores noches. Mucha gente quedó afuera. La fiesta del Coro de Niños comenzó con la actuación del Coro de la Universidad Nacional del Sur, en cuyas filas cantan muchos ex-niños. "Arroz con leche" y una selección de canciones infantiles tradicionales argentinas le dieron el marco a tres números de "El barrio- Destellos del tiempo y la memoria", la obra de Alberto Tramontana y Rubén Benítez que contó con el aporte de Jorge Tirabasso en los relatos, Inés Tramontana en el piano y Adriana Miconi y Carmelo Fioriti en el canto.
Luego siguió la danza folklórica con una zamba y una chacarera bailadas por Sonia Agüero
–integrante del coro en su primer concierto– y Dardo Labastié. El Cuarteto de Saxos del Conservatorio de Música, del que forman partes dos "ex" dedicados de lleno a la música –Nicolás Leidi y Mauricio Deambrosi– trajo “Un americano en París”. Y tras ellos, la presencia de Brenda Benito, la voz aniversario de "la Coope", quien lograra trascender desde el programa televisivo "Escalera a la fama" y que llegó con calidad y calidez al público.
Tras el intervalo, llegó el momento esperado de la actuación del Coro de Niños, que fue desgranando sobre el escenario del Municipal las canciones más representativas de estos 25 años, desde "La brujita Alicia", "Paloma y laurel", "Marychambá", "La puerca" y otros más hasta los recientes "Tres cantos krao", la canción maorí "Tutira mai" y el aplaudido ciclo "Pedronianas" de cuatro canciones de Marcelo Valva con poesía de José Pedroni y acompañamiento al piano de Alejandra Mayol.
Pero faltaba una sorpresa: subió al escenario un emocionado Abel Pintos, que recibió el cariño del público bahiense, para coronar una noche inolvidable: con Lucas Barcia al piano, estrenó temas de su autoría y conmovió el Municipal, obligando a un bis.
Y cuando parecía que no quedaban más emociones, aparecieron los 120 ex-integrantes del Coro subiendo al escenario para vibrar en el recuerdo con dos canciones significativas: "Romance del Conde Olinos" y "Canción para los niños" con voces solistas de todos los tiempos que hicieron brotar emociones contenidas de tantos años de canto compartido.
Una pausa en la música para las palabras del presidente de la Cooperativa y para homenajear a 9 niños que recibieron su medalla por su constante presencia en los últimos 5 años del Coro: Julián Alday, Magali Cordi, Brenda Falappa, Rocío Falappa, Hernán González Moreno, María Agustina Lacava, Rocío Lagar, Laura Michelín Salomón y Mariana Rantucho. Además, la medalla para un niño que siempre la esperó, Abel Pintos, y el reconocimiento a la locución de Néstor Angel Barbieri, por sus 25 años acompañando al Coro.
Y se llegó al final del concierto con la interpretación de casi 200 voces entre niños de hoy y de siempre más otras que se sumaron desde la sala cantando la "Canción de la amistad", mientras centenares de globos caían ante la mirada de asombro de los niños y el aplauso fervoroso del público.
Fueron tres horas de un espectáculo que quedará grabado en la memoria de todos por muchos años, un concierto difícil de olvidar y emociones compartidas. Cuando miramos el reloj, costaba entender cómo había pasado tan rápido el tiempo, casi como un reflejo del transcurrir de estos 25 años que han transcurrido desde aquel primer concierto del 4 de noviembre de 1978 en la Biblioteca Rivadavia.

El almuerzo

El salón de la Asociación Empleados de Comercio convocó a la familia coral el domingo 9 al mediodía. Trescientos veinte comensales representativos de las distintas épocas del Coro, algunos con su familia, padres de otras épocas y de los actuales niños, en una fiesta en la que el común denominador fue el canto y la alegría: no terminaron de acomodarse en sus mesas que ya comenzaban a surgir las canciones del Coro y los representantes de cada época del coro se hacían notar.
Hubo quienes llegaron desde varios puntos del país para esta fiesta, todos animados por el reencuentro con viejos y queridos amigos de aventuras compartidas desde el canto coral, vivencias de viajes, conciertos, anécdotas, risas y alegrías...
Un momento muy emotivo fue cuando todos se acercaron a la mesa de la torta del 25º aniversario, una verdadera obra de arte de Silvia Chiesa, responsable también de la torta de los 15 y 20 años del Coro. Antes de apagar las velas y cortar la torta, un largo pasaje por canciones en medio del abrazo compartido, muchas lágrimas y finalmente el "que los cumplas feliz". La sobremesa se prolongó hasta las seis de la tarde, cuando la despedida dejó el compromiso de volver a encontrarse para compartir la música y la vida, a partir de este fenómeno tan difícil de explicar con palabras que es el canto coral.
Por último, el agradecimiento especial de la Cooperativa al grupo de padres que durante varios meses se ocuparon de ubicar y motivar a todos los que integraron el Coro, que adornaron el salón y que ayudaron en tantos detalles del concierto y de la posterior reunión de camaradería.