Asignatura pendiente
La Argentina afronta simultáneamente complejos problemas a resolver. De ellos, los del sector externo se han encarado a través del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la propuesta de fuerte quita a los acreedores privados, mientras se intenta delinear una política exterior en común con nuestros países limítrofes.
En el ámbito interno, la declarada lucha contra la corrupción está confirmando la profundidad de un mal enquistado en todos los ámbitos y muy peligrosamente en quienes deberían combatirla, lo que contribuye a incrementar el estado de inseguridad que nos afecta.
Pero hay una asignatura pendiente que se vincula con los veinte millones de habitantes que viven en estado de pobreza. Una cantidad de personas que representa más de la mitad de la población y constituye una verdadera afrenta para un país generador de alimentos y riquezas suficientes como para no tener que sufrir ese flagelo.
Se impone, por ello, acometer con urgencia un vigoroso proceso de crecimiento y desarrollo que estimule enérgicamente la inversión productiva y la creación de empleo.
Paralelamente es necesario combatir con eficacia la enorme evasión impositiva y previsional para que se restablezca en el mercado la sana competencia y la lealtad comercial. No parece que esto pueda lograrse aumentando la carga a los contribuyentes que siempre han cumplido con sus obligaciones y haciendo la vista gorda con la venta en negro, el trabajo no declarado y otras manifestaciones de la economía informal.
Por otra parte, mientras los Estados Unidos y Europa no tienen empacho en ser deficitarios para no descuidar su bienestar social, a la Argentina se le exige generar un cuantioso superávit fiscal para atender el pago de una deuda externa sobre cuya legitimidad habría mucho que discutir.
Ya es tiempo de adoptar decisiones políticas estratégicas que hagan posible un resurgimiento que sin dudas no resultará fácil, pero que habrá de convertirse en una cruzada capaz de encontrar consenso ciudadano. De lo contrario, la reconstrucción nacional será aún más difícil y dolorosa.
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