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TORNQUIST, CORAZON DE LA
COMARCA SERRANA
Surgida una vez finalizado el dominio indígena en la región, la ciudad de Tornquist nació y se desarrolló de la mano de su enorme potencial agrícolo-ganadero, el cual hoy, junto con el turismo, contribuye a ubicarla entre los distritos más pujantes del territorio bonaerense.
Enclavada en una de las zonas productivas más ricas del territorio bonaerense, la ciudad de Tornquist no sólo sustenta su crecimiento en el potencial agropecuario de sus campos, sino también en las enormes posibilidades turísticas que encierran sus paisajes de incomparable belleza.
La historia de esta población se remonta a fines de la Campaña al Desierto, cuando varias avanzadas militares como el denominado Fuerte Argentino comenzaron a dar paso a los cascos de estancia y a los establecimientos ganaderos.
Entre los pioneros que decidieron afincarse en la región se destacó don Ernesto Tornquist, quien al frente de su estancia “Sauce Chico” concibió la idea de fundar una colonia, la cual, con la llegada suizos, alemanes y austríacos, se convirtió en el primer asiento poblacional de la comarca.
Tornquist, junto con Carlos Altgelt, adquirió tierras en la franja que se extendía desde Fuerte Argentino a las sierras, comprándolas a quienes las habían obtenido del fisco.
Durante la presidencia del general Julio Argentino Roca la zona iba a lograr un inusitado impulso gracias a la extensión de la red ferroviaria hasta la ciudad de Bahía Blanca. Fue entonces cuando se logra que una estación se levante a la vera del incipiente y disperso caserío de la colonia.
Se puede decir que con la inauguración de la línea ferroviaria y el plan colonizador de Tornquist, quien el 17 de abril de 1883 abre las puertas de la primera casa de comercio, queda fundado el pueblo.
Posteriormente, el visionario empresario le encarga al ingeniero Pablo Mayer, la confección del plano de la localidad y se inicia la venta de tierras donde comienzan a construirse las primeras casas.
Más tarde donó la iglesia, la escuela y dispuso la entrega gratuita de varios lotes para los futuros desarrollos urbanos.
El 17 de junio de 1908, a los 66 años, don Ernesto fallece en la Ciudad de Buenos Aires. Lo sobrevivieron 13 hijos y desde 1910, el hasta entonces denominado Partido de las Sierras lleva su nombre.
Historia de un hacedor
Tornquist se había iniciado como empleado en una casa exportadora de lanas y cueros, pero rápidamente llegó a convertirse en el dueño de esa compañía y logró financiación para diversificar sus actividades.
En 1891 adquirió el frigorífico La Negra, fundado por Gastón Sansinena, y decidió instalar una planta en Cuatreros (hoy General Daniel Cerri), en terrenos de su propiedad que luego loteó para dar lugar al pueblo.
En 1902 Tornquist adquirió la Curumalán Land Co. Ltda, propietaria de 250 mil hectáreas de tierra y comenzó un extraordinario despliegue. Compró el principal taller metalúrgico del país y creó la fábrica de artículos enlozados Ferrum, la Compañía Argentina de Pesca y la Compañía Azucarera Tucumana.
También se involucró en la búsqueda de petróleo en Mendoza y en la explotación del quebracho en Santiago del Estero. Por entonces, su banco ya se había convertido en uno de los más sólidos del país.
La costa atlántica tampoco fue ajena a su empuje. En Mar del Plata construyó el Bristol Hotel y el edificio del Torreón, mientras que en Buenos Aires levantó el Plaza Hotel y el Club de Golf de Palermo.
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