 Doctor
Marcelo Tavella
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CABILDO MARCA EL RUMBO
EN LA PREVENCION DEL INFARTO
En Cabildo, localidad próxima a Bahía Blanca, se viene desarrollando una experiencia inédita que busca demostrar cómo el cambio de los hábitos alimentarios, a partir de una fuerte participación comunitaria, puede mejorar sustancialmente la salud de una población.
Con el objetivo de constituir una experiencia que luego trascienda la región y logre alcance nacional, la Cooperativa Obrera y el Programa de Prevención del Infarto en Argentina (PROPIA) iniciaron a escasos 50 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca una novedosa experiencia sanitaria denominada Proyecto Demostración Cabildo (DEMOCAB).
Los objetivos trazados apuntan a la prevención y al control de enfermedades cardiovasculares a partir del rol protagónico que en tal sentido pueda desempeñar la comunidad.
Para conocer más detalles de la propuesta, "Familia Cooperativa" dialogó con el doctor Marcelo Tavella, director del PROPIA.
–¿Cómo surge DEMOCAB?
–Sus orígenes se remontan a la labor del doctor Pekka Puska en Finlandia, quien, con su North Karelia Project, le demostró al mundo que era posible cambiar los índices de mortalidad de un país, no a partir del ministerio de Salud o de las salas médicas, sino a partir de la comunidad, aunque hay que aclarar que esto no significa dejar de lado a los médicos.
Pekka Puska no sólo tuvo éxito en su misión, sino que además fue seleccionado director de enfermedades cardiovasculares de la Organización Mundial de la Salud. Fue tan exitoso que salió de Finlandia y hoy diseña los proyectos para el mundo. Entonces, la idea es que la Cooperativa Obrera muestre un camino que luego los demás quieran copiar y que este plan local tenga alcance nacional y, por qué no, latinoamericano.
–¿Qué han hecho hasta ahora en Cabildo para lograr que esta comunidad se convierta en una North Karelia argentina?
–Como tenemos que demostrar científicamente que fue exitoso, primero debemos tomar una especie de fotografía del antes, es decir, ver con números concretos cómo estaba previamente la población y luego constatar el grado de mejora. Para esto se ha trabajado muy rigurosamente y como no se puede estudiar al 100% de gente, se ha tomado una muestra muy representativa del total.
–¿Ya concluyeron esta etapa?
–Sí, y ya conocemos muchísimas cosas de Cabildo, sabemos cómo estaba su salud, qué comen sus habitantes y hasta cuántos ácidos grasos omega 3, 6 y 9, tienen en la sangre.En cuanto a los datos logrados, primero debemos aclarar que el 59% de los encuestados fueron mujeres y el resto varones, es decir que los comentarios que hagamos corresponden a una población con esta relación de sexos.
Además, no se incluyeron los niños sino personas con hábitos de consumo de entre 15 a 65 años. La edad promedio fue de 45 años y el grupo etáreo al que nos interesa con más intensidad cambiarle determinadas conductas por otras más saludables va desde los 45 a los 64 años.
A todos se les preguntó si durante los últimos doce meses habían recibido en sus casas alimentos de algún programa de salud y sólo el 5% respondió que sí. El 68% de los consultados dijo que nunca había fumado y el 32% que sí lo había hecho, lo que coincide bastante con el resto del país. La argentina es una población muy fumadora y Finlandia está hoy por debajo del 20%, incluso las tabacaleras se fueron.
–¿Qué otros datos obtuvieron?
–También sabemos ahora que a un 54% nadie le indicó, en los últimos doce meses, que usara menos grasa en las comidas. Una cuarta parte de la población mencionó que algún médico se lo dijo, con lo que vemos que la participación de estos profesionales de la salud es muy baja, no se estimula a la gente a dejar de fumar y por eso debemos trabajar con las familias.
Por otro lado, tampoco existe la cultura de que el aceite es beneficioso para la salud, pero Cabildo no tiene la culpa
–¿Qué reflejaron los análisis de colesterol?
–El 40% de esa población tenía valores normales. Se midieron triglicéridos y 70 de cada 100 personas acusaron valores normales, en tanto 20 de cada 100 reflejaron guarismos altos. Aquí resulta apropiado explicar la importancia de la relación en los ácidos grasos omega 6 y 3. Si esta es muy alta, es decir, si es mayor a diez partes de omega 6 y una de omega 3, esa población va a tener más infarto. Si es menor de 10 a 1, obviamente va a tener menos problemas.
En Cabildo estudiamos en su población cómo estaban los omega 6 y 3 en la sangre y como son esenciales, osea que no los fabrica el organismo, si yo tengo equis cantidad de omega 3 es porque comí eso.
–¿Y qué valores mostró la población estudiada?
–En Cabildo arrancamos con 8,82. Estos son los valores más altos que conocemos porque el promedio de la relacion omega 6-3 en la sangre de distintas poblaciones del mundo nos dice que los que mejor están son los nigerianos (2,26) y los suecos del norte (2,73). En los cabildenses (8,82) hay mucho predomino de omega 6 y poco consumo de omega 3.
–¿Cómo van a hacer para mejorar en todos estos aspectos?
–A la hora de intervenir, toda la comunidad, con sus estructuras y redes sociales, será protagonista. La idea es inyectarle propuestas no sólo a partir de campañas o carteles, sino a partir de las maestras, de los jubilados, en definitiva, de todos.
La mejora pasará desde el simple juego de los chicos en la escuela hasta la venta de pan saludable, la estimulación a comer pescado, etc. La idea es probar que es posible un cambio de conductas y luego volver a medir, con los mismos métodos de antes, para ver la diferencia. Sólo así, con rigurosidad científica, podremos decir que hubo cambios.
En Karelia del Norte el 80% de las cosas que se hacen para cambiar la mortalidad pasan por la comunidad y el 20% por los servicios de salud. Es tan importante crear un pan saludable como el Ecoop que vacunar. Se trata de una prevención que no está en manos del Estado y esto es, precisamente, lo que estamos haciendo en Cabildo.
–¿Cómo evalúa el aporte de la Cooperativa en esta iniciativa?
–Como fundamental. Se trata de una entidad con un extremo social poderosísimo que va a promover el consumo de Omega 3 en la población. Su pan saludable debería ser un pan nacional, pero por ahora apuntamos a que en las góndolas de esta pequeña localidad haya alimentos con una relación adecuada de omega 3 y 6.
El pan común tiene una relación de 22 a 1 y no nos beneficia desde el punto de vista cardiovascular, en cambio el Ecoop tiene 4 a 1. Por eso insisto en decir que vamos a intervenir con alimentos como los que produce la Cooperativa y la gente, al comprarlos, se vacunará contra el infarto.

Las actividades agropecuarias predominan en esta comunidad próxima a Bahía Blanca, donde sus habitantes participan de
una inédita acción preventiva en el plano sanitario.
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