Hablando
de calorías
La energía se mide en unidades de calor llamadas calorías. Una caloría es la cantidad de calor requerida para elevar la temperatura de un gramo de agua en 1º C. Como se trata de una unidad bastante pequeña, la energía derivada de los alimentos se expresa en unidades que son mil veces mayores y que se conocen como kilocalorías (kcal).
El etiquetado nutricional comprende:
• Declaración de nutrientes: Es la información sobre el aporte de energía, proteínas, hidratos de carbono, grasa, vitaminas o minerales.
• Propiedad saludable: Son mensajes que relacionan los alimentos con el estado de salud de las personas.
• Propiedad nutricional: Comunica el contenido de nutrientes, fibra dietética o colesterol de un alimento.
• Propiedad nutricional implícita: Mensajes referidos a ingredientes que se colocan en forma destacada en la cara principal del envase. Indican en forma implícita el contenido de nutrientes o componentes presentes o ausentes que tienen un significado para la salud.
• Propiedad alimentaria: Mensajes que contribuyen a que el consumidor pueda elegir el alimento con mejor información.
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COMO Y POR QUE DEBEN
SER LEIDAS LAS ETIQUETAS
Saber leer las etiquetas de los alimentos constituye una fiel herramienta que todo consumidor debe utilizar no sólo para conocer la fecha de elaboración y vencimiento de los productos, sino también para identificar qué ingredientes contienen y cuáles son sus características nutricionales.
Las etiquetas de los alimentos aportan una información muy útil que nos permite conocer las principales características de los productos que ingerimos.
Antes de leer el rótulo debe observarse primero las condiciones en las cuales se presenta el envase, debiendo no estar roto, mojado, abollado, oxidado, pinchado o abierto por ningún motivo.
Algunos productos cuentan con una faja o cierre de seguridad para asegurar que ese envase no ha sido violado.
Luego de haber chequeado las condiciones del envase debe mirarse el rótulo.
Es muy importante leer la etiqueta al momento de efectuar la compra, puesto que muchas veces ocurre que productos con inscripciones parecidas son diferentes.
Conviene fijarnos bien en ellas ya que constituyen el compromiso del fabricante ante el consumidor de que un artículo reúne las condiciones que exige la normativa vigente para esa familia de productos.
La norma general es que el etiquetado ha de ser claro y conciso y que nunca debe inducir a error en lo que se refiere a características, composición, naturaleza, cualidades, cantidad, origen o modo de fabricación.
En los productos alimenticios envasados hay dos clases de información: la general (obligatoria y común a todos) y la nutricional (opcional). La primera sirve para conocer las características esenciales de lo que uno compra y la segunda, que es muy conveniente, pone a disposición del consumidor información sobre las características nutritivas del alimento: calorías que aporta, nutrientes contenidos, sales minerales, cantidad de fibra, vitaminas, etc.
El tema ha venido siendo motivo de talleres de capacitación en las reuniones del Círculo de Consumidores de la Cooperativa Obrera. Las ponencias luego serán presentadas el 14 de este mes en la Primera Convención Regional de Consumidores de la República Argentina en la ciudad de Bahía Blanca.
Qué debe consignar el envase
A continuación se detallan los contenidos que, por ley, deben informar obligatoriamente los rótulos, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la República Argentina.
• Denominación de venta: No tiene que ver con la presentación o marca comercial, sino con la denominación, por ejemplo: "yerba mate elaborada".
• Ingredientes: Bajo este título figuran las materias primas y aditivos que fueron utilizados para la elaboración del producto. Se consignan como un listado en orden de mayor a menor según la cantidad utilizada. La sigla INS seguida de un número corresponde a los aditivos.
• Peso neto o contenido neto: Se debe especificar la cantidad neta de los productos alimenticios envasados o frescos. En caso de ser alimentos líquidos deben estar expresados en unidades de volumen (litro, mililitro, etc.) y en los de estado sólido en unidades de peso (kilogramo, gramo, etc). Para los envases que contienen varias unidades de un mismo producto es necesario indicar el número de unidades por envase (por ejemplo: cantidad de salchichas tipo Viena por paquete o de alfajores por caja).
• Lote: Tiene como fin poder individualizar al conjunto de productos de un mismo tipo que fueron elaborados juntos. Puede hallarse indicado con una L seguida de números o letras, así como también una fecha y hora de producción. Esta información no es útil de manera directa para el consumidor pero sí lo es para el fabricante o autoridad sanitaria, ya que en caso de presentarse algún problema, si se conocen estos dados se pueden individualizar los productos alimenticios del mismo lote y tomar las medidas necesarias rápidamente.
• Fechas: Las fechas de caducidad de los productos alimenticios son datos muy valiosos que deben tenerse en cuenta no sólo a la hora de adquirir un producto, sino también al momento de consumirlo. Las fechas de caducidad indican la vida útil del alimento. Estas se indican de las siguientes maneras:
* Fecha de vencimiento: Aparece en los productos muy perecederos como lácteos, carnes y embutidos, y debe estar expresada en día y mes. A partir de la jornada siguiente a la indicada ese alimento no debe ser consumido y está terminantemente prohibida su venta. Dentro de este grupo también podemos hallar expresada la fecha de caducidad como: válido hasta..., vence..., vencimiento..., consumir antes de...
* Consumir preferentemente antes de...: Indica una fecha a partir de la cual el alimento pierde parte de sus caracteres sensoriales que si bien no afectan a la inocuidad del mismo, modifican sustancialmente la calidad del producto.
Los alimentos como azúcar, vinos, whisky, licores, grapas, panes del día y facturas (u otros que se consumen dentro de las 24 horas de elaborados), caramelos y pastillas, se conservan a temperatura ambiente y no es necesario indicar fecha de duración mínima.
• Origen: Indica el lugar del que procede el alimento o aquel lugar en el cual ha sufrido la última transformación sustancial. El origen puede figurar como "Industria Argentina", "Fabricado en ...", etc.
• Identificación del producto y elaborador: Todo producto alimenticio que haya sido controlado y habilitado cuenta con un número único para cada tipo de producto que ese establecimiento elabora y, además, cada fábrica cuenta con un número que corresponde a la firma.
• Condiciones de conservación: Cuando se trata de productos perecederos refrigerados,
congelados o supercongelados, se debe indicar la forma en que debe conservarse y el tiempo de duración en esas condiciones.
• Instrucciones para preparar el producto: En general este tipo de información se emplea para aquellos alimentos que deben sufrir algún tipo de acondicionamiento previo a su consumo, por caso leche en polvo, puré en copos, etc.
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