Una
herramienta llamada PRIMER PRECIO
Más de 250 productos integran la marca Primer Precio, una iniciativa
desarrollada por la Cooperativa Obrera y Supermercados Toledo para que los consumidores logren significativos ahorros a la hora de hacer sus compras.
Cuentan con calidad controlada y no constituyen ofertas momentáneas, por cuanto su bajo costo se mantiene inalterable durante todo el año en beneficio de la economía familiar.
El acuerdo logrado con la cadena supermercadista marplatense permitió obtener una mayor capacidad de compra y, por ende, reducir precios, mientras que ahora se trabaja en incrementar progresivamente la cantidad de referencias de dichos productos en las góndolas de todas nuestras sucursales, incorporando nuevos rubros de la canasta básica.
|
|
EL PRESUPUESTO FAMILIAR,
UN ALIADO ANTE LA CRISIS
Cuando la crisis obliga a ajustarse el cinturón y es tiempo de volver a las alcancías, el presupuesto familiar constituye una herramienta válida no sólo para amortiguar el impacto de la coyuntura sino también para enfrentar el futuro.
Aunque para muchos argentinos llegar a fin de mes supone toda una utopía y la palabra ahorro hace tiempo que desapareció del vocabulario
cotidiano, el manejo racional de las cuentas familiares constituye una premisa básica e impostergable en épocas de crisis.
El presupuesto debe ajustarse correctamente a las metas trazadas y existe una regla de oro que no puede dejarse de cumplir: que los gastos no superen a los ingresos.
En aquellos hogares, cada vez más frecuentes, donde las cuentas están al rojo y en otros donde se llega con no pocos sofocones a fin de mes, es importante que sus integrantes discutan sobre la administración más conveniente de los recursos, sobre todo mediante el diseño de una planilla de ingresos y egresos.
El logro de los objetivos demanda una disciplina constante y el primer aspecto a tener en cuenta es contabilizar el dinero que va a ingresar cada mes, luego se descuentan del mismo los gastos fijos como luz, gas, agua, teléfono, seguros, etc., y como medida preventiva no debemos olvidar una determinada partida para posibles imprevistos.
Y aún cuando en la sociedad consumista de esta época es muy común la costumbre de vivir al día, resulta interesante poder ahorrar una pequeña cantidad de dinero en función de nuestro nivel de ingresos. Por más pequeña que sea, esa insignificante montañita crecerá mes a mes, permitiéndonos salir de un apuro o hacer realidad alguna de nuestras ilusiones.
¿Cómo lograrlo?
En primer lugar debemos establecer la cantidad fija a ahorrar sin que nuestro presupuesto se desmorone y nos permita pasar el mes sin demasiados apuros.
Es necesario planificar los gastos diarios en base a lo que hemos presupuestado mensualmente, basándonos en categorías fijas como supermercado, servicios públicos y otros gastos de la vivienda, transporte, educación, salud, regalos, ocio, etc.
Los costos fijos de luz, gas y teléfono se llevan todos los meses buena parte del presupuesto familiar, pero ellos también pueden reducirse mediante diversas alternativas.
Otra premisa básica a la hora de racionalizar el gasto pasa por controlar la utilización de las tarjetas de crédito. Para ello hay que calcular el dinero que se necesitará en cada semana y ajustarse a él, prestando suma atención a los gastos que se realizan a principios de mes, después de cobrar el sueldo. Generalmente, en estos días la tendencia lógica de cualquier persona es gastar más, lo que nos obliga a organizar las compras desde el primer día.
En muchas ocasiones, el uso de la tarjeta de crédito "enmascara" el problema de la falta de recursos, trasladándolo al mes siguiente. De esta manera no hacemos más que agravar la situación como consecuencia del gasto que generan las comisiones y los intereses.
Otra opción para racionalizar el presupuesto pasa por el hecho de eludir cualquier tipo de compra compulsiva. Antes de gastar, piense primero si realmente necesita eso que quiere adquirir y, luego, si lo necesita ahora.
El dinero y la pareja
Planificando los gastos también se evitan discusiones por el dinero entre los integrantes de la familia, por cuanto cada uno sabe cuánto dispone y cómo se distribuyen los ingresos.
"Si la pareja no aprende a manejar el dinero, termina siendo manejada por él", sostienen los especialistas.
Pocos son los matrimonios que coinciden en el manejo de las finanzas y así como no hay una sola forma de encarar el modo de gastar y de ahorrar, tampoco es fácil encontrar a dos personas que comulguen en este aspecto. Hay quienes sostienen que cuando más avaro es uno de los miembros de la pareja más tiende el otro a gastar en forma de protesta.
El problema radica en que, poco a poco, ambos se van distanciando con mutuas recriminaciones y pocos proyectos en común.
En la vereda opuesta, no resultan menores las rencillas cuando ambos son gastadores porque, en algún momento, cuando el dinero es
insuficiente para cubrir las deudas, comienzan las discusiones.
No menos importante es conocer los gastos de todos los integrantes de la familia porque de nada sirve que algunos miembros ahorren y respeten lo presupuestado si lo que se cuida con tanto esfuerzo se escapa por otras vías.
Cuando se tienen metas financieras es más fácil aprender a respetar un presupuesto y tener bien en claro para qué lo estamos llevando. Tales objetivos deberían procurar, en la medida de lo posible, la generación de un patrimonio que pueda responder a las necesidades familiares en caso de que alguno de los mayores pierda el empleo, se jubile o enferme.
Planificar el futuro financiero implica, una vez por semana y con la calculadora en mano, ver en qué gastamos nuestro dinero y hacer proyecciones a futuro.
MAS DE MIL PESOS POR MES
Una familia de clase media, compuesta por cinco miembros, necesita un promedio de $ 1.321 mensuales para cubrir sus necesidades, según consigna el informe que para el mes de julio dio a conocer el Centro Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA).
Si se consumen únicamente productos de promoción y articulos de marca propia o segundas marcas, es decir la variedad de menor precio en el mercado, el costo mínimo de la canasta familiar se reduce a $ 1.045 por mes.
En el otro extremo, si se compran sólo productos de primera marca o aquellos de mayor valor absoluto, el costo máximo alcanza a $ 1.620 mensuales.
|
|
|