SETIEMBRE 1999
Un joven de selección

F
abián Horacio Cabeza tiene 28 años y supo sobreponerse a la sordera de nacimiento. Hoy ya lleva 10 años trabajando en la Cooperativa Obrera y acaba de participar de los II Juegos Panamericanos para Sordos en La Habana, Cuba, integrando el Seleccionado Argentino de Básquetbol.

-¿Qué opinión tiene del básquetbol argentino?
-Se ha avanzado mucho durante los últimos años pero nos sigue faltando altura.

-¿Cómo es su trabajo dentro de la Cooperativa Obrera?
-Hace 10 años ingresé en la sección Fraccionamiento de Lácteos y Fiambres. Estoy muy conforme con mis encargados y compañeros. Además, me siento orgulloso de pertenecer a una empresa netamente bahiense y argentina, basada en principios solidarios.

-La discapacidad auditiva, ¿influye en el plano laboral?
-No tiene incidencia ni es un obstáculo. A pesar de que soy sordo de nacimiento trabajo como una persona más.

-A los discapacitados, ¿les cuesta más conseguir trabajo que al resto de las personas?
-Sí. Muy pocas empresas cumplen la ley que dispone conformar su planta de personal con un 3% de discapacitados. Los sordos somos discapacitados por ley, pero no nos sentimos discapacitados. Podemos hacer todo menos escuchar. Yo pertenezco a la Asociación Argentina de Sordos y, gracias a un intercambio deportivo con la Universidad de Gallaudet, en Washington, pude ver cómo es una casa de altos estudios para sordos, única en el mundo. Allá los sordos tienen los mismo derechos que la persona oyente, mientras que acá no pasa lo mismo.

-¿Cuál es el sueño de su vida?
-Participar representando a la Argentina en la Olimpíada de Sordos que se hará, en el 2.001, en Roma. Así como Bahía Blanca es la Capital del Básquetbol, yo estaría orgulloso de representar a mi ciudad en esa competencia.