MARZO 2003

TEMA DE PORTADA

De cara al inicio del ciclo lectivo 2003, la crisis socioeconómica vuelve a poner a las escuelas frente a un escenario adverso, tornando necesario que docentes, alumnos y padres desplieguen esfuerzos adicionales para lograr un marco adecuado que posibilite el aprendizaje y brinde contención social.

OTROS TEMAS 
publicados en la
edición Nº 20
8

(1) Portada:
La escuela
en tiempos
 
de crisis
(2) Consumo:
Los consumidores
en su día
(3) Ecoclubes:
Nuestra región
ya tiene un
presidente nacional
(4) Entrevista:
Una particular visión
sobre el Día
Internacional de la Mujer
(5) Región:
General Cerri:
ejemplo de
militar y ciudadano
(6) Noticias
 

EDITORIAL

Empresas que
vienen y van...


La sociedad argentina viene siendo sometida a un cruel aprendizaje, impuesto a través de expresas políticas de gobierno de corte neoliberal inspiradas por un pensamiento único globalizador.

Es así como se permitió que la lógica de los especuladores asumiera resortes claves del funcionamiento económico nacional sin asumir las consecuencias que se derivaban de ello. Por el contrario, muchas fueron las empresas que "huyeron" con sus ganancias y su capitales, sin importarles sus empleados ni el servicio a sus consumidores y usuarios.

De esta forma se condenó a millones de habitantes a sufrir el horror económico de la desocupación, la explotación de los servicios públicos con criterio estrictamente lucrativo sin la menor sensibilidad social, la instauración de prácticas desleales de competencia, la extranjerización de la banca sin real respaldo externo y el vaciamiento de empresas que supieron ser líderes en sus mercados con el fin de concentrar el manejo de los mismos o fugar fondos.

Muy pocos años se necesitaron para que un olvido tan absoluto de la función social de la economía permitiera a la población advertir el fracaso de una prédica envuelta en falsas promesas de ingreso al "primer mundo". Porque poco a poco fuimos descendiendo al submundo de la pobreza, de la desnutrición y del delito. Un submundo del que deberemos salir con urgencia para evitar el fatalismo del acostumbramiento.

Frente a ese ambiente de "empresas que vienen y van", en el que nada importa la convulsión social que sus maniobras provocan, es indispensable destacar que solamente el imperio de las normas éticas permitirá el funcionamiento responsable de una economía moderna que no se aparte del bienestar social al que la ciudadanía democrática legítimamente aspira.